2018 debe ser el año del compromiso y no de la componenda, el año de la certeza para Jaén
Comienza un año importante para Jaén, para que algo cambie o para que todo siga igual. 2018 debe ser el año de la certeza. De la bajada del balón al suelo, del compromiso o la componenda. La peatonalización en la ciudad debe consolidarse y hacerlo con el embellecimiento de la zona, una vez conseguido que el cese del tráfico no haya sido dramático, por mucho que algunos se empeñen en ello. Este año deberá ser el del inicio del sistema tranviario también y ahí, como ya sucedió en la última etapa del Museo Íbero con la propiedad de los terrenos, los políticos deben estar a la altura y el Ayuntamiento mucho más, porque las excusas ya están agotadas y comienza a oler al mismo perro con distinto collar. Deberá ser también el año en el que los vecinos vean los beneficios y la diferencia con el ominoso y eterno periodo de prórroga de la concesión del servicio de recogida y limpieza en la ciudad. Deberemos ensuciar menos, mucho menos y se deberá limpiar con eficacia. El Museo Íbero deberá ir liderando el turismo en la capital mientras se prepara para su apertura definitiva y el centro comercial comenzará a hacerse realidad. Todo ello con la mirada inquieta y cada vez menos acomodaticia de una sociedad civil, organizada, al fin, más allá del café con leche y el aperitivo diario.