Definitivamente, el Partido Popular ha iniciado el nuevo año sumido en la mayor crisis interna de su historia. Las heridas abiertas tras el último congreso provincial han provocado una brecha de enorme calado y, lo que es peor, amenazan con la autodestrucción del partido. El último episodio de esta feroz crisis se vivirá este próximo miércoles, 10 de enero, en Quesada, municipio en el que los críticos de la plataforma ‘Jaén Adelante’ han convocado una cumbre en la que podrían acordar una desbandada generalizada de militantes del PP jienense. El alcalde de Porcuna y líder de la corriente crítica, Miguel Moreno, ha confirmado que las dos opciones que manejan son, por un lado, pasar a los grupos de no adscritos en los ayuntamientos y, de otro lado, presentarse en las próximas elecciones Municipales de 2019 bajo el paraguas de otra fuerza política. Y dentro de esta última posibilidad, las dos opciones que cobran fuerza serían las de integrarse dentro de Ciudadanos o bien constituir una nueva formación política y concurrir con unas nuevas siglas a todas las elecciones, Municipales, Autonómicas y Nacionales. En todo caso, de la reunión de este miércoles no saldrá un acuerdo definitivo, puesto que los críticos quieren agotar el plazo dado a la dirección regional para que, antes del 24 de enero, acuerden la incoación de expediente disciplinario tanto al expresidente provincial, José Enrique Fernández de Moya (actual presidente de honor desde el último congreso provincial) como al presidente del congreso, Javier Calvente, a quienes acusan de ser los responsables de las graves irregularidades denunciadas en el pasado congreso provincial y que provocaron la elección de Juan Diego Requena como presidente provincial en detrimento de Miguel Moreno. “Quedarnos en el partido es rendirnos porque sabemos que vamos a la trituradora”, afirmó Miguel Moreno a Europa Press. Por eso, es partidario de pasar a la acción para “acabar con esta agonía”. Eso sí, aunque 'Jaén adelante' cuenta actualmente con el respaldo de unas 55 estructuras locales en la provincia, Moreno admitió que una veintena de éstas no están dispuestas a abandonar las siglas del PP. Según Moreno, desde el pasado cónclave provincial los integrantes de su corriente han venido soportando “ataques, amenazas e insultos”. Además, culpa también a la dirección regional y a la nacional. “Lo que no esperábamos es que desde la dirección regional y desde la nacional se ampararan estas conductas e incluso se compartan”, afirmó Moreno.