Felipe López rectifica unas horas después de anunciar que la Junta pagaría la puesta a punto para que el tranvía empezara a andar
Sinceramente no es serio todo lo que sucede con el tranvía de Jaén. El pasado miércoles, el consejero de Fomento, Felipe López, visitó Jaén para inaugurar unas obras de mejora en la Autovía del Olivar entre Jaén y Martos y, ahondando en las palabras de su socio de Gobierno en Sevilla, Juan Marín, de Ciudadanos, se congratuló de la partida de 1’6 millones de euros presupuestada por el Ayuntamiento de Jaén para la puesta en marcha del tranvía y envidó el órdago municipal asegurando que la Junta de Andalucía pagaría la activación, es decir, la puesta a punto para que pueda comenzar a funcionar, además del 40 por ciento del déficit de la explotación, que ya se anunció en su día y para lo que se ha presupuestado medio millón de euros. Sus propios compañeros de partido, ayer mismo, se alegraban de la noticia y se dirigían al Ayuntamiento indicándoles que este era el momento. Sin embargo, el propio consejero López, ayer, se desdecía de sus declaraciones y rectificaba diciendo que la Junta ayudaría, pero que en ningún caso asumiría el coste total de los arreglos. Solo un dato. El Metro de Málaga, que aún no es metropolitano, como el tranvía de Jaén, le cuesta al año a la Junta alrededor de 66 millones de euros en subvención a la explotación comercial para que el precio del billete sea asequible al ciudadano.