Ahora que Bob Dylan ha sido designado Premio Nobel de Literatura, no es mal momento para recordar que aquí en España, en la vecina Granada, la música española cuenta con uno de los mejores letristas que ha dado el rock hispano, José Ignacio Lapido, que mañana, sábado, estará junto a sus viejos compañeros de 091 en el pabellón semicubierto de la Institución Ferial (Ifeja) en una maniobra de resurrección histórica de la que Jaén capital no podía zafarse. Los granadinos estarán acompañados de dos de las mejores bandas de la ciudad, Lola no quiere, con nuevo repertorio más contundente y con la seriedad los caracteriza y El Gran Oso Blanco, imprescindibles ya en cualquier concierto de nivel en la ciudad.
Pero sin duda, lo mejor será el regreso de 091 a la capital, donde curiosamente, antes de su despedida, también los acompañaron Lola nos quiere. Veinte años después de su despedida, la banda granadina está inmersa este año una gira muy especial que comenzó en Madrid los días 11 y 12 de marzo y que los ha llevado por los principales festivales y recintos del país.
La gira lleva por nombre “Maniobra de resurrección” y es la oportunidad irrepetible de ver de nuevo sobre los escenarios a la misma formación que dio su último concierto en 1996: José Ignacio Lapido, Tacho González, José Antonio García, Jacinto Ríos y Víctor Lapido.
091 iniciaron su trayectoria en 1982 y estuvieron en activo 14 años en los que grabaron ocho discos que han aparecido recurrentemente en las listas de mejores grabaciones de los 80 y 90.
091 están considerados por la crítica como uno de los grupos más relevantes del rock nacional. Consiguieron llamar la atención de Joe Strummer, líder de The Clash, que les produjo un disco en 1985, y han sido recordados durante estos años por sus potentes actuaciones en directo y por unas canciones que han superado la prueba del tiempo.
Canciones como La Torre de la Vela, Qué fue del siglo XX, La vida qué mala es, Otros como yo o La noche que la luna salió tarde, en las aunaban el desgarro eléctrico del rock más genuino y la poética desesperanzada de sus letras, y que se han convertido en auténticos himnos para sus seguidores en todo el país.
