Manuel Ruiz Amezcua pertenece a un linaje muy antiguo en la literatura; el de los negadores apasionados, los acusadores furiosos, los disconformes que encuentran en todas partes y en todas las cosas una razón para la disidencia”. El escritor y académico Antonio Muñoz Molina define de este modo a su paisano, el poeta Manuel Ruiz Amezcua (Jódar, Jaén, 1952), que, tras publicar su antología poética de los últimos 40 años (1974-2014) de la mano de Galaxia Gutenberg Círculo de Lectores, irrumpe de nuevo en el panorama literario con “Palabras clandestinas” (Huerga Fierro editores).
Su última obra mantiene las constantes vitales de la poesía de Ruiz Amezcua, un poeta a contracorriente cuyas influencias tienen mucho que ver con la escuela española de la disidencia, desde Santa Teresa a Cervantes pasando por Quevedo, Bécquer, Blas de Otero, Lorca o Miguel Hernández. Una obra que, como añadió Muñoz Molina, “debe ocupar cuanto antes el sitio que le corresponde en el repertorio público de nuestra literatura”.
Una poesía que, como escribió el crítico literario Julio Ortega en el blog cultural El boomerang, está compuesta por “poemas de fuerza interna, que ponen en tensión al lenguaje con la ambición de que este idioma nuestro diga más de lo que dice. Ruiz Amezcua esculpe, labra y cultiva el verso con pasión por la expresividad. Pero lo mejor suyo es lo más poético, la parte de su diálogo con la tradición, que aún arde contra todas las razones contrarias”.
Manuel Ruiz Amezcua presentó su Antología poética “Del lado de la vida” en la Residencia de Estudiantes de Madrid, presentado por la también jienense y escritora Fanny Rubio. Su presencia en este lugar emblemático de la literatura española lo consolida, sin duda, en la vanguardia del panorama literario español.
Como escribió el académico Manuel Rico, la poesía de Manuel Ruiz Amezcua se entiende “al margen de las corrientes y escuelas dominantes”. Y una prueba de ello es el poema “Poetas oficiales o el régimen del pienso”, que empieza así: “Esos que dicen que dicen / y nunca dijeron nada. / patrones son del embuste / a través de sus palabras. / Esos que dicen que dicen,/ y nunca dijeron nada, / hablan de buenos y malos / usando a las dos Españas. /Utilizan la mentira / como un arma sistemática.
: