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Sábado 16/11/2024
 
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Jaén

Condenada a 35 años la mujer que asesinó a sus dos hijos

Ha de pagar al padre de los niños una indemnización de 300.000 euros

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Ruth B.V., la mujer que asesinó a sus hijos, de tres y once años, en septiembre de 2011 en el barrio jienense de La Alcantarilla, ha sido condenada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén a 35 años de prisión así como a pagar una indemnización de 300.000 euros al padre de los niños y todavía marido de ella, según relata la sentencia que atiende el veredicto emitido por el jurado el pasado viernes y a la que ha accedido Europa Press.


En el fallo, la Sala señala como hechos probados que Ruth B.V., conforme al plan que había ideado de terminar con la vida de sus hijos, cogió varias dosis de medicamentos y los aplastó en un mortero con la intención de mezclarlos con productos alimenticios como yogures y conseguir que los niños los ingirieran para adormecer a los niños y conseguir asegurar el resultado de su acción, evitando la posible defensa, si bien ese día no llegó a culminar su acción.


De tal manera, al día siguiente y una vez que su marido se marchó del domicilio familiar para acudir a rehabilitación, cogió de un armario los medicamentos que el día anterior había machacado y los disolvió en un yogur, que sobre las 17,00 horas del 29 de septiembre facilitó e ingirió su hijo mayor, pese a que decía que estaba “muy malo”, negándose el más pequeño, por lo que volvió a machacar los medicamentos y los disolvió en otro yogur que acabó tomándose.


Asimismo, “Ruth les dijo que se acostaran en la cama de matrimonio y, transcurrida una hora, al estar dormidos, comenzó a asfixiarlos, procediendo primero con el pequeño, al que puso una manta de cuna en la cara tapándole la boca y la nariz, lo que le provocó vómitos.

Comprobó que había fallecido y entonces se puso sobre el hijo mayor e hizo lo mismo con la manta. Tras matarlos, llamó por teléfono a la casa de su hermano y habló con su cuñada, a la que dijo que había matado a sus hijos, avisando a continuación a los servicios de emergencias.
En el momento de matar a sus hijos “la acusada tenía diagnosticado un estado depresivo, pero no tenía alteradas sus facultades mentales y era plenamente consciente”.
Los hechos responden por tanto a dos delitos de asesinato, según el texto de la sentencia.

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