El Grupo Fuentes de Alta Energía en la Galaxia (FAEG) de la Universidad de Jaén detectó el pasado 6 de enero, Día de Reyes, un intenso eco radio de un bólido perteneciente a la lluvia de estrellas fugaces de las Cuadrántidas.
En concreto, registró el eco producido por uno de los meteoros, observando fuertes corrimientos de la frecuencia central debido al efecto Doppler (cuando un objeto está en movimiento puede mostrar variaciones en la frecuencia debido al desplazamiento espacial), según ha informado este jueves la UJA.
Esta técnica de observación, que suelen practicar también los radioaficionados, amplía los recursos disponibles en la Universidad jiennense para la divulgación de la Astronomía.
Los investigadores han explicado que
la citada lluvia es visible entre el 28 de diciembre y el 12 de enero, con un pico de actividad que se da hacia el 3 de enero con hasta 120 ocurrencias por hora. La detección se llevó a cabo con una antena de tipo Yagi de construcción propia recientemente terminada e instalada en uno de los laboratorios de la UJA.
Aunque los meteoros no se ven tan a menudo como los de otras lluvias, esta detección ha sido posible por el sistema de vigilancia espacial francés cerca de Dijon, que tiene como instrumento principal un radar llamado Graves (Grand Réseau Adapté à la Veille Spatiale), gracias al cual se monitorean las órbitas de unos 3.000 objetos en el espacio, por día.
Aunque Jaén está a más de 1.000 kilómetros de Graves, sin embargo, cuando un meteoro ingresa en la alta atmósfera y se volatiliza a unos 80 kilómetros de altura, se crea una traza de ionización que refleja las ondas de radio del radar.
Es entonces posible detectarlas a modo de pulso durante unos breves instantes a la frecuencia específica de origen, en radioondas: 143,050 MHz. De esta manera, aun con nubes, mal tiempo y a cualquier hora del día se pueden detectar los meteoros. En este sentido, la antena jiennense está conectada a un ordenador y los registra ininterrumpidamente durante las 24 horas.