La nueva estela prehistórica descubierta en Cañaveral de León (Huelva) por un equipo de las universidades de Sevilla y Huelva, Durham y Southampton (Reino Unido) y Gotemburgo (Suecia), en el marco de un gran complejo funerario cuya cronología podría abarcar, en una valoración preliminar, las edades del Cobre, el Bronce y el Hierro, constituye un "avance sensacional" en el plano científico al "abrir nuevas perspectivas" de interpretación y estudio de estas estelas.
Así lo ha explicado Leonardo García Sanjuán, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla y uno de los miembros de dicho equipo de investigadores, que durante tres semanas ha acometido una excavación en el entorno del citado municipio onubense donde allá en abril de 2018, fue descubierta de manera fortuita una primera estela prehistórica.
En concreto, en el marco de unas obras de mejora promovidas en el camino municipal de Las Capellanías de Cañaveral de León, uno de los obreros descubrió el 17 de abril de ese año que una piedra de aproximadamente 400 kilogramos de peso, desenterrada días antes en el trazado de dicho camino, presentaba una serie de motivos grabados, extremo trasladado primero al Ayuntamiento y después a la Delegación Territorial de la Consejería de Cultura en Huelva.
LEGADO DE LA EDAD DEL BRONCE
El posterior estudio de la pieza arrojó que se trataba de una estela prehistórica de la Edad del Bronce, tallada entre los milenios tercero y segundo previos a la era actual.
Tras el hallazgo casual de aquella estela prehistórica tallada con motivos que representan una figura antropomorfa con cabeza y rostro, torso y mano izquierda, estas nuevas excavaciones arqueológicas acometidas en el entorno donde fue descubierta la pieza estaban destinadas, según ha precisado a Europa Press Leonardo García Sanjuán, a "entender el contexto" de la estela y su posible relación con el propio camino.
Porque según ha pormenorizado, las estelas prehistóricas están asociadas a una "función señalizadora", como "hitos camineros" de lugares estratégicos del territorio como "vados de ríos, encrucijadas de camino o pasos de montaña"; a lo que se suma el hecho de que el trazado del camino donde fue hallada la pieza "coincide exactamente con una de las jornadas mencionadas" por el cartógrafo y geógrafo almorávide Al-Idrisi, a la hora de describir una ruta entre las actuales ciudades de Badajoz y Sevilla.
Tales eran los "objetivos" iniciales de estas excavaciones arqueológicas dirigidas por García Sanjuán, Marta Díaz-Guardamino, de la Universidad de Durham (Reino Unido); David Wheatley, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), y Timoteo Rivera Jiménez, arqueólogo profesional.
LOS RESULTADOS DE LA EXCAVACIÓN
Al respecto, Leonardo García Sanjuán ha manifestado que el resultado de la excavación ha "superado por completo" las expectativas más optimistas planteadas inicialmente para este proyecto de investigación.
Y es que fruto de los trabajos de campo, ha sido descubierto un "espectacular complejo funerario" de carácter "monumental", con "tumbas de cista" a ambos lados del camino y bajo el trazado del mismo, así como un "gran túmulo" de piedra de hasta seis metros de diámetro, decorado con "cantos de cuarzo blanco" interpretados como elementos destinados a "resaltar el impacto visual" y reforzar el simbolismo de la construcción.
Precisamente en ese túmulo, según ha manifestado este investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense, fue localizada una nueva estela "encajada o enterrada" en el propio túmulo funerario. Se trata, más al detalle, de una estela "de guerrero" cuyos motivos grabados en la piedra reflejan un "personaje central antropomorfo, con al menos una gran espada en la cintura, un arco con una flecha y otros elementos aún por identificar".
LAS ESTELAS DE GUERRERO
A tal efecto, Leonardo García Sanjuán ha explicado que este tipo de estelas muestran "representaciones gráficas de la idealización del guerrero propia de la Edad del Bronce", agregando que en este gran complejo funerario también ha sido rescatada "un hacha pulimentada" de ofita, una roca volcánica, tratándose en este caso de un elemento "típico en los ajuares (funerarios) de la Edad del Cobre".
Así, García Sanjuán ha manifestado que este descubrimiento constituye "un gran avance para comprender las estelas prehistóricas", pues el hallazgo de esta nueva pieza dentro de un túmulo conduce a pensar que además de una "función señalética", las antiguas culturas las habrían utilizado también para "funciones funerarias y sociales asociadas a las necrópolis".
"Es un avance sensacional que abre nuevas perspectivas en la investigación de las estelas de guerrero", ha enfatizado, señalando que este descubrimiento es "muy significativo para contextualizar las estelas prehistóricas en la Península Ibérica y en toda Europa Occidental".
Del mismo modo, Leonardo García Sanjuán ha adelantado que la "envergadura" del descubrimiento depara nuevas excavaciones en el "monumental complejo funerario" desenterrado en el camino de Las Capellanías. "Vamos a necesitar varios años de excavaciones", ha asegurado, insistiendo en que el equipo de investigadores no esperaba localizar "un contexto funerario" de tal calibre.