La comarca ha recuperado la plena movilidad hacia el resto de Galicia tras hacer lo propio una semana atrás con el resto de ayuntamientos
Individual o compartido, Ferrol y Narón, los dos mayores municipios de los 20 que conforman el área sanitaria ferrolana, permanecían sometidos desde finales de octubre pasado a diversas modalidades de cierre perimetral por el impacto de la covid-19. Hasta este viernes. La comarca ha recuperado la plena movilidad hacia el resto de Galicia tras hacer lo propio una semana atrás con el resto de ayuntamientos de su entorno, separados entre sí por límites muy difuminados.
Es el caso de la propia ciudad naval, que suma sus 65.000 habitantes a los 39.000 de la vecina Narón, con unas fronteras que no son más que un puente simbólico en la carretera de Castilla, la gran arteria que comparten. Ocurre lo mismo en un polígono, el de A Gándara, donde un hipermercado pertenece a Ferrol y en la acera contigua un restaurante ya es naronés. El alivio de restricciones aplicado desde este viernes en Galicia centra su foco en Ferrolterra a la espera de la mejoría en A Coruña y Pontevedra.
El sol hizo presagiar desde primera hora una jornada de trasiego en la hostelería, que vuelve a tener la posibilidad de usar el interior de sus locales a un 30 % de su capacidad. La última semana fue la antesala al poder pasar del servicio básico de recogida de productos a la ocupación del 50 % en las terrazas. Sin embargo, volver a entrar en sus espacios cerrados se antoja como la prueba de fuego en pleno descenso de los casos activos por coronavirus tras el golpe de la segunda y la tercera ola en Ferrol.
La calle Real, principal arteria del casco histórico, se fue incorporando a la normalidad con el movimiento de trabajadores públicos o de sucursales bancarias de la zona. Sin llenos en las terrazas, pero con relativa sencillez para agotar la capacidad en el interior. En uno de los bares con más actividad, su encargada admitía que al 30 % "poco podemos hacer" y lamentó los retrasos para la descarga de los carteles que detallan el aforo.
"Hasta ayer por la tarde no pudimos obtenerlo, lo mismo para el código QR", dice sobre el instrumento que busca ayudar al rastreo de contactos en caso de positivos. Agentes de la Policía Local paseaban con tranquilidad para comprobar el cumplimiento de las normas mientras algunos clientes bromeaban por tener que resignarse a una mesa exterior. Tras semanas a la espera, contaban, "hay que aguantar el fresco, me podía haber traído una mantita".
La hostelería es la principal beneficiada del alivio de restricciones y cerca de un 50 % de los establecimientos han esperado a este viernes para levantar la persiana.
Aunque parte de esos negocios disponen de terraza o se ubican en calles peatonales que facilitan su implantación, la asociación comarcal del sector afirma que casi la mitad de profesionales optó por otras alternativas por cuestiones de índole laboral. Así, la aplicación de expedientes de regulación temporal condicionan sus empleos.
El alcalde de Ferrol, Ángel Mato, ha coincidido con la "satisfacción" que exhiben diferentes sectores ante este paso adelante.
El regidor ha asegurado que las medidas serán "importantes para los más afectados por la crisis derivada de la pandemia", pero ha hecho "un llamamiento a la responsabilidad de los vecinos; se han comportado muy bien, pero hay que seguir cumpliendo" con todo lo estipulado.
Continuar avanzando después de ver algo de luz al retirar el candado de su movilidad.