La cantante estadounidense Mariah Carey acudió esta semana a un conocido programa matinal de la televisión británica, donde dio un buen ejemplo de lo que le ha llevado a ser considerada una diva. "Mariah fue muy agradable, pero la cantidad de gente que tenía en su séquito era ridícula", declaraba la propia presentador del magazine Kate Garraway.
"El equipo de Mariah sobrepasaba al del propio programa. Tenía dos personas para bajarla del sofá, por si se le rompía el vestido, una persona a sus espaldas por si acaso se caía y varias personas detrás de la cámara para asegurarse de que la iban a enfocar por su lado bueno".
Pero la cosa no queda ahí, sino que la cantante de Fantasy también llevaba a mano su propio rollo de papel para no usar los del estudio. No es de extrañar que Garraway exclamara: "desde hace años vengo oyendo numerosos rumores acerca de que (Mariah) era una diva. Y son todos verdad".