Envuelta en la polémica por su máster de la Universidad Rey Juan Carlos y después una información en la que se le atribuye un supuesto hurto
Cristina Cifuentes ha anunciado su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid tras varias semanas envuelta en la polémica por su máster de la Universidad Rey Juan Carlos y después de que hoy se haya publicado una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.
Cifuentes ha admitido que había tomado la decisión de renunciar a la Presidencia y pretendía anunciarlo el 2 de mayo, tras los actos institucionales de la Comunidad de Madrid, pero tras la precipitación de los acontecimientos ha decidido adelantar su renuncia.
La presidenta madrileña ha anunciado su dimisión en una comparecencia en la que ha atribuido a "una campaña de acoso y derribo" y un ataque personal la difusión del vídeo sobre el supuesto hurto.
Un vídeo, ha recalcado, que "ya se conocía" desde hace tiempo, que "circulaba en las redacciones" desde su etapa como delegada del Gobierno, y que recoge "exclusivamente" un "error involuntario".
"Me llevé por error y de manera involuntaria, sin ser consciente de ello, unos productos por importe de 40 euros; me lo dijeron a la salida, los aboné en su momento y el asunto no tuvo mayor trascendencia", ha explicado.
No obstante, ha asegurado que esa grabación se ha "tergiversado" y utilizado en este momento "para ir más allá de lo político y querer rematar alguna batalla personal". "Ya se me ha querido extorsionar hace unos años por ese mismo vídeo, y lo puse en su momento en conocimiento de la Policía Nacional".
"Todos ustedes saben que yo he sido espiada, investigada, que se han hecho dossieres contra mi persona, y algunos circulan por las redacciones. Antes, mientras era delegada del Gobierno, y no sé si también mientras he sido presidenta", ha abundado.
Cifuentes ha opinado que estas informaciones suponen "un paso más en la campaña de acoso y derribo" al que dice que ha estado sometida desde hace "más de 35 días", en un "linchamiento" que se ha mantenido "mañana, tarde y noche, por tierra, mar y aire", una campaña "dura" en la que "se han traspasado unas líneas rojas evidentes y se ha llegado indudablemente a un ataque personal" contra ella.
La política madrileña ha defendido también que la "tolerancia cero con la corrupción tiene un precio" y ha dicho que la campaña que, denuncia, hay en su contra, "probablemente forma parte de ese precio que hay que pagar".
"Toda mi actuación, mi vida, se han puesto en tela de juicio, y con un interés determinado, no sólo para acabar con el adversario sino para destruir a la persona", se ha quejado, tras apuntar que aunque ha "cometido errores" a lo largo de su vida -"de todo tipo, y seguiré cometiéndolos, y seguro que he hecho cosas peores, como cualquier otro"-, lo cierto es que con este caso "se han traspasado todas las líneas rojas".