El líder de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, que fue designado ayer como nuevo primer ministro, tendió la mano a la oposición y prometió la formación de un Gobierno de unidad nacional.
El líder de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, que fue designado ayer como nuevo primer ministro, tendió la mano a la oposición y prometió la formación de un Gobierno de unidad nacional.
En un discurso conciliatorio pronunciado poco después de que el presidente del país, Michel Suleiman, le encargara la formación de un nuevo Ejecutivo, Hariri prometió trabajar con “buenas intenciones” para la formación de un gobierno “armonioso y consensuado, capaz de mantenerse alejado de las obstrucciones”.
El gabinete saliente, encabezado por Fuad Siniora, concedió durante la pasada legislatura a la oposición el veto en el Gabinete, un derecho que los partidos opositores no quieren perder.
Hariri insistió en su alocución dirigida a la nación que la mayoría parlamentaria “respeta la constitución, desea el refuerzo de la paz civil, la estabilidad y el desarrollo económico” del país.
“Nuestra primera decisión es tender la mano a todos en el país y alejarlo de los conflictos para poder hacer frente a los grandes desafíos y amenazas”, aseguró.