Tras la fuertes riadas del miércoles por la noche en la zona de Novy Jicin, en Moravia, seis cuerpos fueron localizados anteayer y otros tres en la mañana de ayer.
Cinco de las víctimas se ahogaron y otras cuatro fallecieron al no poder recibir asistencia médica a tiempo, precisó Fischer, que presidió una reunión extraordinaria del Gobierno.
El Ejecutivo checo decidió enviar a un millar de soldados a la zona más afectada, la ribera del río Odra, y aprobó unas ayudas humanitarias de casi 2 millones de euros.
Se espera que el número de muertos ascienda, ya que numerosas personas se hallan en paradero desconocido, reconocieron los servicios de socorro.
Además, los meteorólogos informaron que se esperan tormentas y fuertes lluvias hasta el domingo, lo que podría complicar aún más la situación.
En la zona centro de Moravia, varias líneas de ferrocarril permanecen cortadas y algunas de las presas que regulan el caudal de los ríos se encuentran a rebosar.