La hermana de Gregorio Ordóñez y presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha criticado este sábado los "millonarios planes de paz y convivencia" del Gobierno vasco que "apedrean nuestra razón", y ha denunciado que se esté "manipulando la historia".
El cementerio donostiarra de Polloe ha acogido este sábado el homenaje a Gregorio Ordóñez, en el 21 aniversario de su asesinato por ETA, acto que ha contado con la presencia de los ministros en funciones Alfonso Alonso e Iñigo Méndez de Vigo.
Entre los asistentes también ha destacado la presencia de las consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Eider Mendoza, el portavoz de la Diputación de Guipúzcoa, Imanol Lasa, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia.
También han acudido al acto el delegado del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, los principales dirigentes del PP vasco como Borja Sémper, Nerea Llanos, Iñaki Oyarzabal, Juan Carlos Cano y Miren Albistur, la expresidenta de los populares vascos María San Gil, el filósofo Fernando Savater, el representante de UPyD Rubén Múgica o el portavoz de Ciudadanos en Euskadi, Nicolás de Miguel, entre otros.
"FANÁTICOS"
Ordóñez ha recordado que hace 21 años ETA asesinó a su hermano, al que ha recordado como un político y ciudadano "comprometido", porque "los intransigentes, los fanáticos, no podían soportar que alguien dejase en evidencia las incoherencias de la sinrazón".
"Es un día difícil no tanto por el recuerdo de una bala cerrando los ojos de mi hermano para siempre. Es un día difícil porque esa bala no ha servido para que 20 años después nosotros abramos los
ojos y luchemos por lo que Goyo intentó conseguir a sabiendas de que lo iban a matar. Hablo, sencillamente, de dignidad", ha agregado.
A su juicio, una sociedad digna debe luchar "contra la barbarie", y "contra su legitimación en el plano moral, educativo o social". En este sentido, Consuelo Ordóñez ha criticado los "millonarios planes de paz y convivencia" del Gobierno vasco que "apedrean nuestra razón", así como que se "manipule la historia".
"Hoy apedrean nuestra razón con millonarios planes de paz y convivencia previstos para una sociedad que no ha vivido una guerra sino una historia de terrorismo, donde el demócrata siempre ha sabido convivir y el que necesita lecciones de convivencia reivindica la radicalización desde instituciones públicas", ha añadido.
"SE MANIPULA LA HISTORIA"
Por ello, ha denunciado que "se manipula la historia" y "se diluye la bala" que mató a su hermano "en un mar de violencias -muchas por supuesto ilegítimas-, pero que nada tienen que ver con el terrorismo, con la característica diferencial del País Vasco, con la intención de imponer un proyecto político mediante el tiro en la nuca".
En su discurso, se ha preguntado también cómo es posible que quienes "justifican" el "disparo en la cabeza" a su hermano, sean "hoy la segunda fuerza política de la ciudad", en referencia a EH Bildu.
"A Goyo lo mataron porque luchaba con todo lo que tenía contra el pistolero del pasamontañas y contra el 'pistolero verbal', que era como llamaba a quienes, desde el mundo de la política, generaban empatía hacia terroristas, justificaban asesinatos selectivos y se negaban a condenar el historial de terror de ETA", ha agregado.
Ordóñez, que ha indicado que su hermano "jamás se prestó a atajos ni a concesiones", ha lamentado que, en la actualidad, la clase política, "salvo honrosas y escasísimas excepciones", está "más preocupada por las formas que por el fondo".
"¿Cuántos de vosotros pusisteis el grito en el cielo cuando la dirigente de Podemos Carolina Bescansa llevó a su hijo al Congreso? Ahora os pregunto: ¿ese mismo día, cuántos alzasteis la voz públicamente contra la presencia de pistoleros verbales en el Congreso de los Diputados?", ha puesto como ejemplo.
A su juicio, "cuando quienes justifican el tiro que le dieron a Goyo entran en el Congreso de los diputados, los ojos no pueden estar centrados en un bebé".
"En el Congreso de los diputados, además de aquel niño, se sentó, por ejemplo, Marian Beitialarangoitia, alguien que no solo pidió 'un chaparrón de aplausos' para asesinos de seres humanos. Además de negarse a condenar el terrorismo, todos los españoles pagamos su sueldo para que, desde la honorabilidad que da un escaño en el Congreso, alabe a diario el compromiso de miembros de ETA con una causa que califica de justa", ha añadido.
Tras recordar que su hermano defendía "el aislamiento de los violentos", ha lamentado que ahora ese objetivo "ha perdido peso y significado en Madrid y en Vitoria, desde partidos de izquierdas hasta de derechas".
ANA IRIBAR
En este sentido, ha leído unas palabras de la viuda de Gregorio Ordóñez Ana Iribar, presente en el acto. "He buscado, sigo buscando algún rastro de victoria en la muerte de Gregorio Ordóñez. Escucho el discurso oficial del gobierno referirse continuamente a la derrota de ETA; asisto a la decisión de ETA de dejar de matar; sin embargo, no encuentro signos para la victoria", señala.
La viuda de Gregorio Ordóñez dice que, al contrario, hay "más de 300 asesinatos de ETA sin resolver, el "proyecto político" de ETA "bajo siglas diversas" está en las instituciones y hay una organización terrorista que "ni se ha disuelto ni se ha entregado ni colabora con la justicia".
Iribar indica que no siente "ni la derrota de ETA, ni la victoria de los demócratas", algo que califica de "frustrante" y apunta que quizá "tal vez no ha llegado todavía el momento" y la victoria la consigan "las generaciones que están por venir, alejadas de prejuicios y sectarismos trasnochados".
"Ellos quizás serán capaces de dignificar nuestra democracia desde la Justicia, la que se escribe con mayúsculas, la que conseguirá resolver los más de 300 casos de asesinatos de ETA pendientes. De dignificar la política, si consiguen terminar con la corrupción y construir un discurso esperanzador y sólido, desde el respeto. De ellos será tal vez la victoria, si son capaces de entender la Historia y de construir el relato veraz de lo sucedido", concluye.