La Ley de Dependencia se vendió desde el Gobierno Central como la panacéa para las personas que por algún motivo u otro necesitan de la ayuda de alguien para poder superar sus limitaciones físicas...
La Ley de Dependencia se vendió desde el Gobierno Central como la panacéa para las personas que por algún motivo u otro necesitan de la ayuda de alguien para poder superar sus limitaciones físicas en los quehaceres diarios. Los datos no vienen sino a confirmar que todo se hizo con prisas y sin una base cimentada cuando se puso en marcha la citada normativa hace ahora casi un año y medio.
Los números arrojados ayer por el delegado de Servicios Sociales del Ayuntamiento de San Fernando no vienen sino a reafirmar que todo está cogido con pinzas y que hace falta mucha más inversión por parte de los organismos competentes para que los resultados sean los apetecibles. De hecho, en La Isla desde que se puso en marcha la Ley de la Dependencia han fallecido 114 personas sin la que Junta haya realizado la correspondiente valoración a los expedientes que presentaron en su día. Son muchas fisuras que, a día de hoy, no han cicactrizado.