Así lo ha revelado García-Margallo en los Desayunos Informativos de Europa Press, en los que ha reconocido que en EEUU existe un cierto temor a que si accede a limpiar Palomares siente un precedente y motive nuevas reclamaciones similares por parte de otros países.
La limpieza pendiente de Palomares fue uno de los asuntos que García-Margallo abordó con Clinton en la entrevista bilateral que mantuvieron en Munich el pasado 4 de febrero.
En aquel encuentro, según el relato que ha hecho el ministro, García-Margallo expuso a Clinton las materias en las que España ha ayudado a EEUU y seguidamente le planteó los problemas pendientes, entre los que figura Palomares.
Clinton le aseguró entonces que tendría "buenas noticias pronto". Un funcionario de la Casa Blanca que acompañaba a Clinton en su encuentro con Margallo intervino en la conversación para precisar que no había "crédito presupuestario" para esa operación. La jefa de la diplomacia norteamericana le respondió: "No es eso lo que dice el senador McCain y yo estoy personalmente comprometida con la solución de este tema".
García-Margallo ha asegurado que siempre que coincide con el embajador norteamericano en Madrid, Alan Solomont, le recuerda la cuestión de Palomares.
El ministro no ha estimado el coste de la limpieza de las aproximadamente 40 hectáreas afectadas. "Eso corresponde contarlo a los americanos", ha indicado.
Eso sí, García-Margallo ha apuntado que si este asunto no se ha resuelto antes no es por su coste económico, sino por el temor de EEUU de sentar "un precedente", unido al hecho de que son "cinco" las agencias de la Administración estadounidense que "tienen que ponerse de acuerdo".
Un par de días antes de su encuentro con Clinton en Munich, García-Margallo afirmó en rueda de prensa haber recibido "garantías" por parte de EEUU de que retiraría "con rapidez" la tierra contaminada de Palomares.
Y es que antes de la conversación con Clinton, una vicesecretaria de Estado norteamericana ya había augurado "buenas noticias" sobre Palomares. Sin embargo, tras el anuncio de García-Margallo en febrero, el Departamento de Estado se vio obligado a emitir un comunicado en el que señalaba que aún no se había alcanzado una "solución final" para limpiar Palomares.
