El Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía ha detectado en lo que va de año (datos cerrados al 24 de febrero) una veintena de casos de meningitis en Sevilla y provincia, de los cuáles cuatro han terminado en fallecimiento.
De esta veintena de casos, 12 de ellos se han registrado en enero, de los cuales tres han derivado en el óbito de los aquejados, según la información facilitada a Europa Press por la Delegación de Salud. Por contra, en lo que va de febrero la red de vigilancia ya ha detectado ocho casos, uno de ellos con el resultado de fallecimiento, dos ya descartados y uno que permanece aún en estudio.
En todos los casos, Salud ha activado el protocolo de actuación habitual para este tipo de situaciones, que consiste en efectuar una investigación epidemiológica e implantar las medidas necesarias para el control de la enfermedad.
Además, las mismas fuentes han señalado que, tras el análisis realizado, "se ha determinado que no existe relación entre ninguno de los casos y tampoco una agrupación, por lo que se descarta el brote".
En cuanto a las defunciones, en el último fallecimiento también se ha procedido a dar la quimioprofilaxis a la familia del fallecido y a aproximadamente 50 compañeros de clase, ya que estaba estudiando en un instituto de mayores en Sevilla.
Salud ha recordado que la meningits en una infección de las meninges, que son las membranas que rodean y protegen al cerebro y la médula espinal. Los meningococos, por su parte, son bacterias muy comunes que viven de forma natural en la garganta de personas de todas las edades, lo que desencadena la producción de defensas específicas de una manera natural.
Sólo muy raramente los meningococos logran vencer las barreras del organismo y provocar una meningitis. En concreto, las estimaciones de los epidemiólogos son que menos de una de cada 1.000 personas en contacto con el germen desarrolla la enfermedad.
Aunque pueden aparecer en cualquier momento, el mayor número de casos se acumula en lo últimos meses de invierno y en los primeros de la primavera, coincidiendo con la época de más frío. También se ha visto agravado por ser un invierno poco lluvioso.