La delegada señala que ?guste o no guste? el informe se basa en ?cuestiones técnicas?, en alusión a Antonio del Castillo
La Delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, defendió ayer la labor realizada por la Policía sobre el informe que concluye que no existen indicios de que el cuerpo de Marta del Castillo pueda encontrarse en la zona conocida como Ruta del Agua, y que el pasado martes criticó duramente el padre de la joven, Antonio del Castillo.“Guste o no el informe, ellos son técnicos y tienen que basarse en cuestiones técnicas”, señaló Crespo, que explicó que el informe realizado por el comisario jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, Manuel Piedrabuena, fue demandado por la Fiscalía, pero que será el juez quien determine en último término si se busca o no el cuerpo de Marta.
Asimismo, recalcó que existe una “colaboración plena y absoluta” con Piedrabuena, que lideró la investigación en este caso. “Por parte de la Policía hay máxima colaboración en este caso y va a seguir porque desde la Delegación del Gobierno se está predispuesto a eso”, apostilló.Además, Crespo recalcó que la colaboración con la familia de la joven sevillana es “plena” y subrayó que se les está informando diariamente de cualquier novedad.
En cuanto a la posibilidad de que la familia reanude la búsqueda con sus propios recursos, noticia que publicaron algunos medios, fue desmentida ayer por la plataforma oficial de Marta del Castillo a través de la red social facebook, en donde se explicó que tan sólo se lo plantearían una vez que la Fiscalía se haya pronunciado al respecto.
Miguel Carmona
Por otro lado, el vocal del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) Miguel Carmona se refirió ayer a la sentencia por la que la Audiencia Provincial de Sevilla únicamente condenó a Miguel Carcaño por el asesinato de la joven Marta del Castillo y aseveró que hay que respetar “las reglas del juego”, porque si no se volverá “a los linchamientos medievales”.
Así, afirmó que “convendría que se leyera la sentencia porque está ampliamente explicada” y señaló que se trata de un caso claro en el que “la sentencia no coincide con el juicio previo” y “el clamor popular”. Sin embargo, “el tribunal ha condenado” al principal acusado “a la máxima pena posible” de las que se podían pedir con las pruebas. “Hay que respetar las reglas del juego”, porque si no se volverá “a los linchamientos medievales”, concluyó.