Por este motivo, la delegación dirigida por el edil Maximiliano Vílchez ha optado por instalar un cerramiento metálico provisional, con el objeto de protegerlo, mientras se redacta un presupuesto de reparación del monumento y para la reinstalación de las placas metálicas que ya le han sido sustraídas.
Los vecinos del barrio celebran esta actuación, aunque siguen insistiendo en que lo que quieren es que “se corte el problema de raíz”.
“Exigimos protección y medidas contundentes ante este tipo de actos, no queremos que se pongan parches”, señaló el secretario de la asociación vecinal del barrio, Ángel Bordas, al tiempo que recordaba lo sucedido en las antiguas naves de la Renfe y de denunciaba “robos de estas características” en el centro cívico de la zona e incluso del cableado de las farolas de la recién inaugurada pasarela de San Jerónimo.