Don Felipe y Doña Letizia ayudaron a plantar el último de los diez robles americanos en homenaje a los fallecidos.
Los príncipes de Asturias rindieron este domingo homenaje a las víctimas del 11-S al inaugurar un pequeño bosque de robles americanos dedicado "a la memoria de todas las víctimas del terrorismo" y que recordará a los 2.977 muertos en los ataques terroristas de hace diez años en Estados Unidos.
El embajador de Estados Unidos, Alan Solomont, destacó que el 11-S su país decidió que no dejaría que los terroristas cambiara su forma de vida o minaran su democracia y sus valores.
"Son valores que compartimos con España, la creencia en la democracia, los derechos humanos y el respeto a las diferencias culturales o religiosas", señaló Solomont quien ha hecho hincapié en que los atentados dejaron también "una verdad": que los terroristas "no se salen con la suya", que el extremismo violento no gana adeptos, como está demostrando la Primavera Árabe.
Solomont hizo estas reflexiones ante los más de doscientos miembros de la colonia norteamericana en España que acudieron al acto de homenaje y que, junto a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, arroparon a José Luis San Pío, el padre de la única española que murió en los atentados, Silvia,
Los príncipes ayudaron, junto al embajador y su esposa, Susan, a plantar el último de los diez robles que recordará a las víctimas del 11-S en el Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid, un gesto que imitaron a continuación la ministra de Exteriores, el alcalde de la capital y el padre de Silvia San Pío y que fue seguido de un minuto de silencio.
José Luis San Pío reconoció que el décimo aniversario del 11-S "reaviva un poco más" la herida que dejaron y quiso recordar también a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid.
San Pío declaró que supo desde el primer momento que su hija no podía haber sobrevivido al atentado y aseguró que "de alguna forma sigue estando en casa" y "siendo una más de la familia".
Al homenaje -al que la Embajada de EEUU invitó a los representantes en España de los 92 países que tuvieron nacionales entre las víctimas- asistieron además el presidente del Centro Nacional de Inteligencia, general Félix Sanz Roldán, la presidenta de la Fundación Víctimas de Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, y el presidente de la Fundación Consejo España-EEUU, Antonio Garrrigues.
El embajador de EEUU -que alternó el inglés y el castellano en su intervención- resaltó que el objetivo del homenaje no era sólo recordar a las víctimas, sino "enfatizar la capacidad de superación del ser humano e insistir en el valor de la vida".
Recordó que ya existen once memoriales del 11-S en Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Israel y Australia, lugares donde los ciudadanos "pueden reunirse para construir el futuro sin perder de vista el pasado".
"No olvidaremos a las víctimas, ni tampoco las lecciones que nos dejaron", concluyó Solomont.