El líder del Partido Socialdemócrata (PSD) y futuro primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Passos Coelho, se comprometió anoche a allanar el camino para formar un gobierno de coalición de mayoría, previsiblemente con CDS-PP, así como a iniciar "un trabajo incasable" en los próximos cuatro años para devolver el crecimiento a Portugal y dar cumplimiento al acuerdo de rescate financiero.
En un discurso en un hotel de Lisboa, Passos Coelho agradeció el apoyo de los portugueses a su partido en las elecciones, que ha supuesto la salida del gobierno del socialista José Sócrates, y avanzó que hará "todo lo que está en su alcance" para sacar el país de la crisis y crear empleo, esto es, un "trabajo incasable" desde el primer momento en el que tome posesión el Gobierno.
Pidió también la colaboración de todos los portugueses y de los partidos políticos con representación en el Parlamento para recuperar el "prestigio" y la "credibilidad" de Portugal en el exterior. Afirmó que su objetivo no es sólo cumplir con el duro programa económico subscrito con la UE y el FMI, sino recuperar "cuando antes" la confianza de los mercados en el país.
Passos Coelho fue más allá y, dirigiéndose a los socios europeos, afirmó que Portugal no será "una carga" en el futuro. Reconoció que ello supondrá "sacrificios" a los portugueses, sin esconder que incluso podrán aparecer algunos "nuevos". "Va a ser difícil, pero va a valer la pena", afirmó el futuro primer ministro, insistiendo en que no descansará hasta "hacer crecer el país", para lo que dijo espera contar con la generación de jóvenes bien formados y desempleados.
Por último, afirmó en respuesta a los periodistas que contactará con el CDS-PP para formar un gobierno de coalición. "Está abierto el camino para que PSD y CDS-PP constituyan esa mayoría que el país necesita", aclaró. Si bien, pidió el apoyo de todos los partidos en el Parlamento, especialmente con el Partido Socialista, para avanzar en las reformas que se avecinan en el país.
El PSD ha ganado en todas los distritos desde Lisboa hasta el norte y en Faro. El Partido Socialista sólo gana en el Alentejo. El porcentaje de votos del PSD es de 38'8% frente al 29,11% obtenido en las elecciones de 2009. El PS pasa de tener el 36,5% de los votos al 28,01%. El CDS pasa de tener 10,43 % al 11,7%, con lo que se convierte en la llave de un gobierno de mayoría. Destaca el alto dato de abstención, en el 41,1 por ciento. En 2009 había sido de 40,2 puntos porcentuales.
El líder del CDS, Paulo Portas, en un discurso triunfalista, destacó la nueva mayoría liderada por el PSD en el Parlamento y "la alteración del panorama político". En este sentido, afirmó que "lo más importante es la gobernación de Portugal" que precisa de "un gobierno fuerte y con apoyo mayoritario" ante el reto de cumplir con el programa económico cerrado con la UE y el FMI, por lo que mostró la "disposición" del su partido para "construir esa mayoría".
La izquierda ha sido esta noche la gran derrotada en Portugal. Además de la derrota del Partido Socialista y la dimisión José Sócrates como secretario general, el Bloco Esquerda ha sido otro de los partidos más perjudicados en esta elecciones, puesto que el porcentaje de voto se ha reducido del 16 al 5,4%, mientras que el Partido Comunista se mantiene en torno al 7% de los votos. Ambos partidos han anunciado ya una oposición de "contestación" en el Parlamento.