“La respuesta sincera es que para este conflicto no hay una solución militar”, dijo Rassmusen en una entrevista que publica la revista alemana Der Spiegel en su edición de la próxima semana, al ser interrogado acerca de si la guerra se podía ganar sin tropas de tierra.
“Necesitamos una solución política y es el pueblo libio el que tiene que encontrarla. Nosotros sólo podemos apelar al régimen para que cese sus ataques violentos, reconozca los derechos legítimos de la gente y permita una transición pacífica hacia la democracia”, agregó Rassmusen.
Preguntado sobre el camino a seguir si el régimen no hacía caso de esos llamados, Rassmusen dijo que, aún en ese caso, el operativo militar tiene que limitarse a hacer cumplir la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU y velar por el cumplimiento del embargo de armas.
Por otra parte, Rassmusen rechazó acusaciones de parte de los rebeldes libios según las cuales la OTAN estaría teniendo demasiadas consideraciones en sus ataques al régimen y estaría traicionando a la resistencia al líder libio, Muamar el Gadafi.
“Eso no es justo. En parte, hemos tenido dificultades con el mal clima, lo que puede haber dado la impresión de que hemos reducido las operaciones. Pero no había otra solución y las cosas han cambiado otra vez. Estamos haciendo tantos bombardeos como al comienzo”, dijo Rassmusen.
El dirigente aliado indicó que el hecho de que Gadafi esté escondiendo sus blindados y otro material militar de los ataques de la coalición internacional supone un éxito del operativo, puesto que así no puede usarlos tan fácilmente contra la población civil.
Por otra parte, Rassmusen calificó de una muestra más de la brutalidad del régimen libio el que las tropas de Gadafi estén utilizando a la población como escudos humanos. “Gadafi sabe que queremos y tenemos que hacer todo lo posible para evitar víctimas civiles, y eso es algo que está utilizando”, dijo.
Mientras, el líder libio hizo este sábado una nueva aparición en público, la primera en cinco días, al visitar una escuela elemental en un barrio de Trípoli, pero sin hacer ningún tipo de declaraciones, informó la agencia oficial libia Jana.
Gadafi visitó una escuela del barrio de Zenata de Trípoli, donde saludó a los alumnos y profesores, quienes corearon lemas en honor del líder libio, indicó la fuente.
La última aparición de Gadafi en público tuvo lugar el pasado día 4, cuando a bordo de un vehículo todoterreno blindado y con las ventanillas tintadas y en medio de fuertes medidas de seguridad, hizo un recorrido por los alrededores del complejo de gobierno de Bab el Azizia, donde tiene su residencia oficial.
El pasado día 6, Gadafi envió un mensaje al presidente de EEUU, Barack Obama, en el que le instaba a detener los bombardeos de la OTAN contra sus fuerzas. Unos días antes, el líder libio hizo una declaración a la agencia Jana en la que advertía a los aliados occidentales de que la situación podía quedar “fuera de control” y les acusaba de haber desencadenado “una segunda cruzada” en el Mediterráneo.