Por otra parte, la aviación gubernamental ha bombardeado muy cerca de los muros de la base militar de la ciudad de Ajdabiya, en el este de Libia, en la que se encuentra un importante arsenal y que se encuentra en poder de los grupos opositores, pero no consiguió alcanzarla.
"Estábamos sentados cuando oímos el avión y posteriormente la explosión, que causó un temblor de tierra", declaró Hassan Faraj, un voluntario opositor encargado de vigilar el arsenal de la base de Haniyeh. Las bombas "impactaron justo en el exterior de los muros de la base", precisó.
Por su parte, los rebeldes de la ciudad libia de Zawiya, próxima a Trípoli, se mantienen alerta ante una posible ofensiva de las fuerzas leales al mandatario, Muamar Gadafi, según han relatado a Reuters dos vecinos de la ciudad, quienes trasladan además su temor de que se acaben los suministros médicos.
Según estos testimonios, las mujeres y los niños se encuentran atrincherados en sus casas, mientras que los hombres patrullan las calles armados y merodean en las inmediaciones de Zawiya ante una eventual llegada de las fuerzas gubernamentales.
Se estima que estas fuerzas llevan tres días reorganizándose al sur de la ciudad. Ibrahim, uno de los informantes del bando rebelde, precisa además que las tropas militares han concentrado "80 vehículos armados al este" y han destinado un batallón al flanco oeste. Estas cifras no han podido ser verificadas.
"Pero nuestros jóvenes no están sentados sin hacer nada. Anoche matamos a dos de sus hombres y operaciones como esta nos permiten reforzar nuestro arsenal. Además hemos capturado entre 10 y 15 tanques del Ejército y un gran número de Kalashnikov", dijo en referencia al popular rifle de asalto.
El Gobierno niega estar recurriendo a la fuerza militar para recuperar el control de las poblaciones controladas por los rebeldes, si bien una fuente oficial no descarta esta opción si se agotan todas las anteriores.
Los insurgentes de Zawiya, unos 50 kilómetros al oeste de la capital, sostienen además que los puestos de control interrumpen la llegada de alimentos y medicinas. Los medicamentos son la prioridad, puesto que la zona es rica en producción agrícola.
Los grupos humanitarios internacionales también han criticado que los heridos en las refriegas no tienen acceso a medicamentos e igualmente condenan el bloqueo en las carreteras y señalan que los civiles están demasiado asustados como para solicitar ayuda.