"Confiamos en que el traspaso de la seguridad a las autoridades afganas tendrá éxito", afirmó Karzai en unas declaraciones efectuadas después de la reunión en la que se acordó iniciar a comienzos de 2011 la transferencia de la seguridad a las fuerzas afganas en algunas zonas de su país.
Karzai destacó que en Afganistán "hay unanimidad"respecto al proceso de paz, que está complementado con el "firme" apoyo de la comunidad internacional.
También aseguró que es consciente "de la necesidad de diálogo" para poner fin al conflicto, y dijo que se están produciendo avances en esa dirección, un proceso que se desarrolla "bajo liderazgo afgano".
La OTAN reconoce que en Afganistán no puede haber una solución solamente militar, pero ha dejado en manos del Gobierno de Kabul los contactos con los rebeldes para intentar lograr que dejen las armas siempre que acepten la legalidad vigente.
En este sentido, el documento conjunto, aprobado por Afganistán y los países con tropas en ese país, Japón, la ONU, la UE y el Banco Mundial, apoya los esfuerzos "para reconciliar y reintegrar a algunos miembros de la insurgencia que renuncien a la violencia, que corten sus vínculos con los grupos terroristas y acepten la Constitución afgana".
Karzai, quien ha criticado últimamente algunos métodos militares estadounidenses en su país e incluso pidió hace pocos días un menor nivel de operaciones, expresó su confianza en que acaben las "dificultades" que causan esas acciones.
En la reunión, los líderes de la OTAN y los demás países con tropas en Afganistán señalaron su "comprensión" por las "preocupaciones afganas" por la situación en el terreno, explicó.
"Estoy seguro de que las dificultades desaparecerán según avancemos" en el proceso de transición, añadió.
El documento urge al Gobierno afgano a emprender una serie de reformas para afianzar también la situación política interna de forma paralela al combate contra los talibanes y el inicio de la retirada de las tropas internacionales.
En concreto, se urge al Gobierno a afgano a aplicar reformas electorales y a luchar contra la corrupción, que sigue siendo "el principal reto que hay que acometer".
