El Rayo Vallecano obtuvo su primer triunfo a domicilio en lo que va de Liga, tras imponerse ayer (0-1) a un Córdoba que no le bastó el cambio de entrenador para alterar su dinámica perdedora...
Córdoba 0 Rayo Vallecano 1
—córdoba—Raúl Navas; Mario (Guzmán, m. 89), Pierini, Gaspar, Rubén; Endika, Javi Flores, Cristian Álvarez, Arteaga (José Vega, m. 77); Asen (Pepe Díaz, m. 69) y Yordi. —rayo vallecano—Cobeño; Coque, Tena, Salva, Llorens; Albiol, Diamé, Jofre (Enguix, m. 41), Michel (Yuma, m. 88); Piti y Pachón (Manolo, m. 77). Árbitro: Ceballos Silva (C.Extremeño), que amonestó al blanquiverde Cristian Álvarez, así como a los vallecanos Salva y Albiol. Gol: 0-1 Pachón (m.12) Incidencias: Partido disputado en El Arcángel ante unos 5.000 espectadores.
El Rayo Vallecano obtuvo su primer triunfo a domicilio en lo que va de Liga, tras imponerse ayer (0-1) a un Córdoba que no le bastó el cambio de entrenador para alterar su dinámica perdedora, ya que suma tres derrotas consecutivas, lo que le aboca a los puestos de peligro por primera vez en la temporada.
El partido, marcado por un terreno de juego encharcado, empezó con un Rayo con las ideas más claras, de ahí la ocasión de Míchel a los siete minutos de juego, en un servicio por encima de la defensa de Albiol que dejó al centrocampista, pero Navas atajó el tiro al primer palo del futbolista franjirrojo.
El Córdoba no acababa de entrar en juego y a los doce minutos, abrió el marcador el Rayo. Míchel volvió a encontrarse con Navas en un chutazo de zurda que el gaditano sacó como pudo. El balón fue de nuevo al zurdo que la puso en el área y Pachón la cabeceó a placer al fondo de las mallas.
Así el Rayo Vallecano se hizo con el control del encuentro, incluso pudo ampliar su renta cuando, superada la media hora, Piti tuvo un mano a mano con Navas, que de nuevo evitó un gol cantado, despejando por encima del larguero. El meta volvió a intervenir en un tiro lejano de Llorens y en un centro de Albiol, mientras que Tena en un córner rozó el gol en un cabezazo.
Tras el descanso, y a los diez de la reanudación, un centro de Endika lo cabeceó a placer Asen, pero demasiado flojo y sin inquietar a Cobeño. El Córdoba ya era dominador absoluto del partido, ante un Rayo que se dedicaba a defender y esperar un contragolpe, pero los hombres de Luna Eslava no encontraron rematador en sus centros al área.
La presión del Córdoba se hizo asfixiante, pero los madrileños resistieron en unos minutos finales en los que los blanquiverdes se hicieron acreedores a un empate que no llegó.