La presidenta de Kirguistán, Rosa Otunbayeba, ha asumido este sábado formalmente el cargo de presidenta de Kirguistán, la primera mujer que ostenta este cargo en un país centroasiático y en una ex república soviética, en la ceremonia celebrada en el Gran Salón de la Filarmónica Nacional Kirguís, tras recibir el mayoritario respaldo de la población en el referéndum constitucional celebrado la semana pasada.

Otunbayeva dirigirá el nuevo Gobierno kirguís hasta que se designe a un nuevo consejo de ministros tras las elecciones parlamentarias del próximo mes de octubre, según recuerda la agencia de noticias oficial rusa, RIA Novosti, de acuerdo con las líneas maestras que traza la nueva constitución, que transformará el modelo político del país en una república parlamentaria.

Las reformas comenzaron a principios de abril, cuando las movilizaciones de la oposición en la capital, Bishkek, y en otros puntos del país concluyeron con el derrocamiento del entonces presidente, Kurmanbek Bakiyev, y con la instauración de un gobierno provisional liderado por Otunbayeva. Sin embargo, a principios de junio cientos de personas murieron a causa de los enfrentamientos étnicos entre uzbekos y kirguises en el sur del país, feudo de los partidarios de Bakiyev.

La crisis parece haberse superado con la celebración del referéndum, cuyo desarrollo fue evaluado positivamente por los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). La votación fue, según la OSCE, pacífica y transparente, aunque advirtió de que "todas las fuerzas políticas" del país deben "trabajar juntas para mejorar su marco electoral" de cara a las próximas elecciones parlamentarias.