Un adolescente palestino murió y otro resultó gravemente herido ayer por fuego del Ejército israelí en el poblado de Iraq Burin, cerca de la ciudad de Naplusa, en el norte del territorio ocupado de Cisjordania, informaron fuentes médicas.

La víctima fue identificada como Mohamed Ibrahim Qadus, de 16 años de edad, quien fue trasladado con heridas graves en un coche particular al hospital de Naplusa, donde ingresó cadáver.

El Ejército impidió al personal de la Media Luna Roja acercarse al herido, según testigos.

Los testigos agregaron que soldados israelíes abrieron fuego contra los habitantes de Iraq Burin que mantenían un enfrentamiento con un grupo de unos 15 colonos judíos que se había acercado al poblado.

El joven era uno de varios jóvenes palestinos que lanzó piedras contra los militares israelíes, que respondieron con “distinto tipo de material antidisturbios”, según las primeras evaluaciones del Ejército israelí.

Uno de sus portavoces aseguró que aún se está investigando el incidente, pero que en principio los soldados sólo emplearon balas recubiertas de caucho, munición que también puede ser letal si se emplea a corta distancia y contra algunas partes del cuerpo.

Otro palestino de la misma edad y la misma familia, Abdel Naser Qadus, se encuentra en estado grave y está siendo operado en el hospital de Naplusa de una herida en el estómago.

Los territorios palestinos ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania son escenario de una nueva oleada de disturbios desde que el Gobierno israelí aprobó hace un mes la inclusión como “patrimonio nacional israelí” de dos sitios sagrados situados en territorio palestino.

Se trata de la Tumba de los Patriarcas, en Hebrón, y de la matriarca Raquel, cerca de Belén, ambos en Cisjordania y venerados tanto por judíos como por musulmanes.