El 22 de enero de 2009, recién llegado a la Casa Blanca, Obama firmó la orden de la clausura del penal a orillas del Caribe, en un acto simbólico de ruptura con la política de su predecesor, George W. Bush.
Pero el ímpetu para llevarlo a cabo se desinfló ante la oposición de los legisladores, inclusive de su propio partido, a aceptar a presos en territorio de Estados Unidos.
“Obama pensó que tendría la entereza para resistir a las presiones políticas, pero la perdió por el camino”, opinó Karen Greenberg, profesora de la Facultad de Derecho de New York University.
“No tener una fecha para el cierre no es algo bueno. Obama quiere más un segundo mandato como presidente que cerrar Guantánamo”, dijo a Efe Greenberg.
Mike Hammer, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, reiteró ayer que “el presidente está comprometido con la clausura de Guantánamo”, pero no aventuró cuándo ocurrirá.
La solución a la que apunta la administración es paradójicamente similar a la política de Bush que Obama tanto criticó durante la campaña electoral.
La comisión establecida por Obama para determinar qué hacer con los detenidos ha aconsejado que casi 50 presos de los 196 que permanecen Guantánamo sigan detenidos en Estados Unidos de forma indefinida y sin juicio, porque son demasiado peligrosos para soltarlos.
La información proviene de filtraciones a la prensa estadounidense de fuentes del gobierno, que eligieron ayer, cuando se cumple un aniversario que la Casa Blanca quiere olvidar, para mostrar el avance en el proceso.
El propio Obama ya sugirió en mayo la posibilidad de detener a algunos de ellos sin cargos, no por delitos que hayan cometido, sino para prevenir que ataquen a Estados Unidos en el futuro.
Ayer fue la primera vez que se conoció el número de personas que podrían estar sujetas a este tipo de encarcelamiento.
No se puede procesar a esos hombres, muchos de los cuales llevan ocho años en Guantánamo, porque el gobierno carece de suficientes pruebas contra ellos que pueda usar en un juicio, es decir, que no hayan sido obtenidas con torturas o maltratos.