La Policía italiana inutilizó ayer un paquete sospechoso en el aeropuerto milanés de Malpensa ante la posibilidad, luego no confirmada, de que fuera una bomba, según informaron fuentes policiales.
La pareja de argentinos que celebró el primer matrimonio homosexual de Latinoamérica interrumpió ayer su "luna de miel" para defender su unión y los derechos del colectivo gay.
"Este matrimonio es una fiesta para toda Latinoamérica y el Caribe. Desde el sur y desde el norte, con México", donde recientemente se aprobó una ley que habilita el casamiento homosexual, señaló uno de los contrayentes José María Di Bello, durante una rueda de prensa en Buenos Aires.
No obstante, la Corporación de Abogados Católicos calificó de "nulo" el casamiento y se espera que en la próximas horas haga una presentación judicial para dejarlo sin efecto, de modo que la batalla judicial continuará.
Los argentinos Di Bello y Alex Freyre, sonrientes y sin ahorrar carantoñas, se personaron hoy en Axel, el primer hotel gay urbano de Latinoamérica, para brindar por su casamiento, celebrado ayer, lunes, en la ciudad austral de Ushuaia (Tierra de Fuego) tras un decreto provincial que revirtió una compleja controversia judicial que se lo había impedido en Buenos Aires.
La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, aceptó un "recurso jerárquico" presentado por la pareja y ordenó al Registro Civil de Ushuaia, capital provincial, casar a Di Bello y Freyre, respaldados por el Instituto Nacional contra la Xenofobia y el Racismo (Inadi), cuyo titular, Claudio Morgado, ofició de testigo de boda.
"Acá estamos. Somos marido y marido finalmente", celebró Di Bello, interrumpido por el aplauso de miembros de organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales que acudieron al hotel para defender su unión, rechazada por grupos católicos.