Fiel a la cita, cuando las noches empiezan a acortarse, el frío se manifiesta en forma de nieves cercanas y unas gotas de lluvia riegan con abundancia por doquier, con los primeros rayos de sol los descampados y bordes de caminos se adornan con unas humildes margaritas amarillas. Son las caléndulas, como se recoge en su nombre desde la más antiguas culturas mediterráneas, las primeras flores en brotar con la precisión propia de un reloj de cuerda suizo. En su recóndito esplendor estos botones de oro y su perfecta fotoclinia nos anuncian que empieza el ciclo de las cuatro estaciones. Su mayor o menor explosión nos augura, como si de un oráculo se tratase, cómo se desarrollará el año recién iniciado. Estavez las caléndulas han florecido con fuerza, sin contravenir la popular creencia de que año de nieves, año de bienes. Nos recuerda el Instituto Cervantes que esta asentada paremia obtuvo su máxima expresión en internet justo con la gran nevada de 2009 sobre Madrid, no había nevado tanto desde hacía treinta años. Los avances tecnológicos en meteorología acertaron en su previsión pero erraron en doscientos kilómetros donde se materializaría la gran nevada. Todos los medios se concentraron allá donde se indicaba, sin sospechar que los caprichos de Eolo trasladarían la borrasca hasta los cielos de la capital. El momentáneo caos sirvió como excusa para que el líder de la oposición y actual presidente del gobierno volcara con hipócrita acritud unas injustificadas críticas sobre la Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Rajoy no pensó que esto pudiera volver a ocurrir, refugiándose en sus usuales calendas griegas. Una gran nevada le ha sobrevenido esta vez con todos los datos correctos sobre su mesa, demostrando ineptitud para abordar lo que sucedía. En 2009 no dudó en precipitarse en pedir dimisiones.  El intenso amarillo de los senderos de luz de las caléndulas de este año parece reclamar la necesaria  ingesta de su propia medicina. Las propiedades y virtudes de la sencilla planta seguro que aclararán su futuro en el ciclo que se inicia. Benditas caléndulas que nos auguran un gran año a todos.