La crisis económica que aún sufrimos tiene como referencia la firma de un misterioso agente internacional
La sátira fue un género muy apreciado en la Roma clásica. En las obras de Catulo o Marcial se ironizaba con los tópicos de la época y gustaban porque su crítica sacaba a la luz los acontecimientos más oscuros del poder. Una de las sátiras modernas más mordaz pudiera ser la llevada al cine a través del personaje Austin Power, un agente británico que persigue a un misterioso agente internacional que pretende apoderarse del mundo.
La crisis económica que aún sufrimos tiene como referencia la firma de un misterioso agente internacional. Desde la infundada Guerra del Golfo hasta el falseamiento de las cuentas griegas, pasando por las hipotecas basuras o los tóxicos bancarios, tienen tintes suyos. En su propia página web oficial presume que ello participó en la privatización de las principales empresas españolas como Repsol, Telefónica o la reestructuración del sistema financiero español, es decir la fulminación de las cajas de ahorros, para finalmente presentarse como uno de los bancos de inversión líder en nuestro país. Todo un elenco de las ansias de poder propias de Miembro de oro y el Dr. Maligno.No es de extrañar que cada vez que una noticia tiene como referencia a Goldman Sachs el subconsciente lo vincule a aquellos dos personajes.
Pero para llevar a cabo sus perversas intenciones los malvados necesitaban de Miniyos, y parece como si la financiera, siguiendo el manual de la sátira, también creó a los suyos. Prodi, Draghi , Monti y Durao Barroso, antes exhibidos como personajes de alta relevancia en la constitución de la UE, resultan ser ahora los miniyos europeos de la gran compañía. Y el guión de Myers para ser riguroso con el género se adelantó a su tiempo y de esta manera creó a Austin Power como anticipada alegoría del Brexit.
La cúpula de la UE ya no es un cielo estrellado, está cargado de nubarrones especulativos que presagian que el cielo se caerá sobre nuestras cabezas o peor aún, que un Goldman nos aplaste.Los últimos episodios nos demuestran que lejos de la Europa de la ciudadanía esta se ha convertido en la de los mercaderes. Esta Europa no es lo que soñamos un día, Austin.