Que la reacción es siempre buena -aunque ésta venga tarde- si merece la ocasión, el Racing Portuense parece haber entendido que las aspiraciones y las perspectivas de ascender pasan por ponerse el mono de trabajo y trabajarse cada partido y cada rival.
Que con solo querer subir o con el escudo no se va conseguir el objetivo. Tras el zozobreo de las pasadas jornadas, los rojiblancos -a tenor de los resultados- han debido ver ahora el camino correcto para continuar con la estela de seguir sumando puntos y a ser posibles victorias.
Por primera vez esta tempoada se encadenaron dos triunfos seguidos, todo una muestra de que la regularidad hasta entonces no ha sido lo más fuerte de los rojiblancos.
Este domingo el rival se presenta idóneo para sumar este particular triplete de triunfos y sumar nueve de nueve. Ante el colista y con una única victoria, las inercias se muestran favorables para de una vez por todas entrar entre los mejores. Quinto en la tabla, el triunfo ante los chiclaneros ha valido para recoger el fruto del compromiso y también para demostrar que las intenciones de comienzo de temporada no era un brindis al sol ni mucho menos.
Los de Antonio Flor buscarán otro triunfo que les dé la suficiente moral como para encarar el último partido del año y volver el siguiente con un único objetivo: luchar y ganar. Ya han conocido que sin aportar algo más que el rival no les valdrá para intentar dar el salto de categoría. Avisados queda. Ahora es tiempo de asentarse, vencer y pensar en que el compromiso mostrado es el único aliado que van a tener de manera determinante. Este domingo a por el colista a las 12 del mediodía.