Primero fue "hacer políticas de verdad" nada más cesar a sus hasta entonces socios de Gobierno (Levantemos El Puerto); ahora toca el reconocer que “el Gobierno debe tomar medidas concretas, con objetivos cuantificables y realistas a corto o medio plazo dentro de la estructura económica, legal y presupuestaria a la que debe hacer frente el Ayuntamiento”.
Dicho de otra manera, coherencia. En pocas palabras, el alcade portuense, David de la Encina, ha descrito la hoja de ruta que hay que llevar para intentar cumplir con una de las grandes promesas incumplidas hasta entonces referente a las empresas municipales.
Una disyuntiva que más de un año después todavía no se ha conseguido cumplir ni ejecutar, tal y como se había encargado de plasmar antes de mayo de 2015. Es por ello que se incida que se "continúa el proceso para la reestructuración de las empresas municipales". Y seguirán según vayan avanzando los semanas y los meses sin que hasta la fecha el panorama parezca cambiar nada. La teoría se perfecciona a la espera de la eterna práctica.
El alcalde, David de la Encina, junto a responsables del Gobierno municipal, jefes de servicio y personal de las entidades públicas ha mantenido una reunión.
El primer edil ha vuelto a hacer hincapié sobre los motivos por los que el equipo de Gobierno pretende cambiar la estructura de las empresas, recordando que “desde la óptica de los gastos perseguimos reducir aquellos que sean superfluos eliminando ineficiencias y duplicidades para optimizar así los recursos humanos y materiales que tiene el Ayuntamiento”.
Por otro lado, desde la óptica de los ingresos, el alcalde apunta a “conseguir nuevas fuentes mejorando la gestión de los ingresos que ya se reciben y perfilando medidas para generar más recursos y posibilidades”.
Es por ello, según él, que se continúa trabajando para impulsar y materializar medidas que permitan la optimización de los recursos de la administración pública y las empresas municipales, “medidas de urgente aplicación dada la situación económica y el plan de ajuste”, según ha expresado el alcalde, quien quiere “inculcar la vocación de servicio a la ciudadanía por parte de los responsables políticos y los empleados públicos”.
La urgencia de este tipo de medidas viene, según ha vuelto a explicar David de la Encina, “de una triple exigencia, por un lado cumplir el plan de ajuste; por otro abordar las empresas municipales para que no tengan pérdidas según exigen la normativa presupuestaria y estabilidad financiera; y por último, el cumplimiento del Plan de Pago a Proveedores para evitar sobre costes por los intereses de demora”.
