La Ermita de Santa Clara acogió ayer la presentación del anteproyecto para las obras de rehabilitación del Hospital San Juan de Dios, que el Ayuntamiento remitió a la convocatoria de ayudas al Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP), una convocatoria aún no resuelta, según remarcó el teniente de alcalde de Presidencia, Javier Bello, quien presidió el acto, en cuya mesa estuvo acompañado por el arquitecto Ramón Pico, autor del anteproyecto, y el presidente de la Asociación Betilo, Fernando Jiménez. Bello, que presentó, a petición de la asociación Betilo, el anteproyecto remitido al Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana para optar al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por los Fondos Next Generation EU, recordó que la finalidad del Plan es la de incentivar la renovación del parque de edificios públicos de
las entidades locales (siendo requisito imprescindible la reducción en un 30% del consumo de energía primaria no renovable), apuntando el carácter de concurrencia competitiva de la convocatoria.
El teniente de alcalde detalló al público, que llenaba el aforo de la Ermita, que actualmente el Ministerio está requiriendo la subsanación de los expedientes, si bien al Ayuntamiento no se le ha reclamado aún ninguno de los tres presentados, en referencia al que pretende la reforma del Mercado de la Concepción y a los dos concernientes al Hospital, ya que la magnitud de la actuación obligó a plantearla en dos fases. Bello González, quien refirió que proyecto del Mercado busca actualizar las instalaciones, para lo que el presupuesto total asciende a 1.303.634,37 euros, de los cuales se han solicitado 398.453,46, por lo que, de concederse, la aportación municipal ascendería a 905.180,91 euros, comentó a los asistentes que las actuaciones financiadas, tanto en este caso como en el del Hospital, deben tener un carácter integrado, en el sentido definido por la Agenda Urbana Española, y responder a los criterios de sostenibilidad, inclusión y calidad estética.
El teniente de alcalde de Presidencia explicó que en el antiguo Hospital se plantea una inversión en su fase inicial de 2.862.567, 89 euros y en la segunda de 2.324.719, 49 euros, es decir, un total de 5.187.287,38 euros, de los cuales el Ayuntamiento se compromete a aportar en la primera fase 1.187.965,68 euros y en la segunda 1.208.854,13, con cargo a los ejercicios económicos 2024 y 2025, siendo 2.275.741,47 euros los que recibiría del Gobierno de España en caso de conseguir la subvención de la primera fase y 1.604.056,45 los que obtendría en caso de lograrla para la segunda. La
primera fase prevé un periodo de ejecución de 21 meses aproximadamente y la segunda de 14 meses.
Tras la intervención del presidente de la Asociación Betilo, Fernando Jiménez, quien remarcó el interés de la entidad por la rehabilitación del edificio, tomó la palabra el arquitecto Ramón Pico Valimaña, miembro de la empresa Arquitectura Ciudad y Territorio Andaluz S.L., encargada de realizar el Plan Director y el Anteproyecto de la iniciativa. Pico expuso que el Hospital San Juan de Dios se encuentra en un emplazamiento privilegiado, un inmueble cuya historia se remonta al siglo XVII que ofrece la oportunidad, si la actuación llega a concretarse, de convertirse en una estructura pasante entre las avenidas de Micaela Aramburu y de la Bajamar.
Pico indicó que la primera fase de la intervención consistiría en la consolidación estructural del edificio y el acondicionamiento funcional de planta baja y entreplanta, mientras que la segunda se encargaría de activar funcionalmente la planta primera y la cubierta. El arquitecto presupuestó el ahorro energético que se conseguiría en un 76% en la primera fase, cifra que subiría hasta el 93% en la segunda, gracias a la incorporación de elementos muy tecnológicos, con sistemas pasivos de acondicionamiento térmico, que no alteran la imagen exterior del edificio.
Ramón Pico detalló que el anteproyecto busca un centro multifuncional lo más dinámico posible, en el que la iglesia mantendría su uso actual y que albergaría espacios culturales, de servicio, formativos y sociales, logrando un inmueble permeable a la Ribera en cuya parte más elevada se gozaría de un mirador con vistas tanto hacia Las Salinas como al centro histórico. Pico, quien señaló que el edificio cuenta con una superficie de 3.461 metros cuadrados, que con la puesta en marcha de las actuaciones se convertirían en 4.166, afirmó que el anteproyecto presentado a la convocatoria se ha confeccionado pensando en las subvenciones que se ofrecen, por lo que se trata de “un traje a medida” para un inmueble que contaría con salas de exposiciones, zona de atención al ciudadano, de muestra de productos locales, salas de reuniones, de estudio y lectura, espacio de coworking, centro gestor para los técnicos habitualmente encargados de atender el equipamiento o dependencias hosteleras. Además, remarcó, las obras sacarían a la luz materiales y sistemas constructivos que permanecen ocultos, como arcos o sillares de piedra.
