El Puerto de Santa María, once de agosto de 2022. Segunda Clase Práctica organizada por la empresa para la Escuela `La Gallosina´, con lleno en los tendidos de sombra y un puñado de espectadores en los de sol, se han lidiado siete ejemplares de Torrehandilla- La Soberbina, el primero premiado con una vuelta al ruedo sin ser solicitada por el público, cosa que se está convirtiendo en costumbre en esta plaza.
Los alumnos actuantes fueron:
García Palacios (E.T. de Huelva, Nazareno y oro): oreja
Julio Romero (E.T. Écija, rosa pálido y oro): oreja
`Fuentes Bocanegra´ (E.T. Jaén, berenjena, y oro): saludos
Miguel Losana (E.T. Toledo, de azul noche y oro): oreja
Antonio Santana (E.T. Campo de Gibraltar, marino y oro): oreja
Carlos Hernández (E.T. La Gallosina, caña y oro): silencio
Javier Ragel (E.T. La Gallosina, Nazareno y oro): oreja.
Como este año en la presentación de los carteles el empresario no prometió nada sobre una corrida extraordinaria, cosa que si hizo e incumplió la pasada temporada, como dice la canción de María Jiménez “se acabó” la Temporada Taurina 2022 en la Plaza Real.
Gran aceptación de público ha tenido de nuevo la segunda de las Clases Prácticas anunciadas en la Plaza Real, hay que decir que las entradas, tanto a la que se celebró ayer como a la de hoy, eran gratuitas por invitaciones, pero la Escuela Taurina adjuntó a las mismas una papeleta para un sorteo por importe de dos euros, sin duda alguna los beneficios obtenidos por la entidad portuense le servirá para respirar y poder continuar con la ardua y altruista labor de la enseñanza taurina a las futuras promesas del toreo, y ayuden en los gastos de sus alumnos, gracias a los intercambios entre escuelas, cuando viajen para torear la próxima temporada en plazas importantes como Valencia, Jaén, Palencia, Toledo y Huelva, escuelas entre otras de la provincia, invitadas éste año a actuar en El Puerto.
Como hice en la crónica de ayer, y al no haber ningún torero que cortase dos orejas, basaré la de hoy en la actuación de los pupilos de la escuela portuense,
-Carlos Hernández: se le notó que está poco toreado, no obstante dejó buenos destellos toreando por verónicas. Ragel realizó un quite por ceñidas chicuelinas rematadas con dos garbosas medias, a las que Hernández replicó por tafalleras. La faena de muleta fue un querer y no poder ante la falta de oficio del novillero y la bravucona embestida del torete. No obstante demostró que en cuanto tenga más bagaje, y menos frialdad en su toreo, puede alcanzar mayores cotas.
-Javier Ragel: la papeleta que ha tenido hoy que solventar ha sido grande, ya que el becerrote, que ya había dado trabajo en los corrales para ser enchiquerado, salió manso de los chiqueros. Fue imposible torearlo de capote, ni el torero ni su cuadrilla consiguieron parar a un animal huidizo. El tercio de banderillas fue difícil ya que el animal arreaba con fuerza sin atender a capotes ni a banderilleros. El público reclamó la devolución del animal a corrales para que saliese el sobrero, pero ya se sabe que la condición de manso de un astado no es defecto para que el presidente saque el pañuelo verde. Tras unos consejos del maestro Galloso (para esto están las Clases Prácticas), el novel torero cogió la muleta y se impuso por bajo al novillo consiguiendo pararlo e incluso que embistiera con algo de clase. Las dos primeras series fueron muy meritorias ya que el torero demostró mucho poder y raza. Prosiguió la faena con pintureras maneras y conectando con los tendidos; incluso realizó un garboso desplante de rodillas ante la cara el burel. La mala suerte fue que necesitó de varios intentos con el estoque de matar para acabar con el animal, único borrón de la faena de un torerillo con corta trayectoria pero gran personalidad.
