Un solar en Empleo

 De los brotes verdes nacionales hemos pasado al trigo seco que como una estampa dibuja el seco panorama andaluz, donde no se vislumbra ningún rebrote a pesar de que vivimos los meses más aptos para ello a consecuencia del sol y de lo que él trae, el turismo. Entrar hoy en día en la Consejería de Empleo es hacerlo en un solar, al menos así parece que lo han dejado los que antes la gestionaban y que, por algún extraño motivo, han caído en el ostracismo más absoluto, y cuando esto pasa en política nunca es por casualidad. De hecho al ex consejero Antonio Fernández no se le ha buscado ninguna salida digna en función al rango que se le presuponía, y no extraña que a estas alturas no aparezca ni como futurible candidato a la quemada alcaldía de Jerez, que por cierto resulta ser patata tan caliente que a nadie le apetece hincarle el diente. Por algo será, pero ni los críticos a la gestión de Pilar Sánchez, ni parece que ella misma, están por la labor de pelear por un sillón que quema a todo el que en él se sienta. Tanto es así que entre todos le están haciendo una pista doble para que aterrice con comodidad el PP de la Pelayo, a la que si una pitonisa le vaticina hace unos años el panorama de hoy y sus opciones de gobierno la toma por la más soná del territorio.
Eso sí, cuentan en Empleo que los de antes, antes de marcharse, dejaron bien atadas cuestiones de índole superior a sus amigos de caminata, y eso a los que han llegado les escandaliza tanto que no saben como poner pie con pared. Entre eso y otros asuntos grises, Fernández no parece haber dejado allí un buen poso ni en gestión ni en la estética general que debe rodear el comportamiento administrativo de todo un Consejero. Por cierto, si el Psoe confirma ya la candidatura de Marta Meléndez en Cádiz se hace raro que no haga lo propio con Pilar Sánchez y lo deje para septiembre y eso debe ser por dos razones. O no lo tiene claro el partido o es ella quien pide una salida digna del atolladero. Lo duro y sorprendente es que ahora mira atrás y no hay nadie dispuesto a darle el relevo. Lo que son las cosas.