Dos días después de haber asestado un golpe de muerte al Tour con su aplastante victoria en la contrarreloj de Laval el esloveno Tadej Pogacar insufló vida a la carrera tras una jornada de locura en la que la general saltó por los aíres.
Una larga escapada en la que había candidatos importantes para la general y la inconsistencia del equipo del defensor del título para controlar dieron interés al Tour un día antes de que se adentre en los Alpes.
POGACAR, UN LÍDER SIN EQUIPO
El esloveno sigue siendo el gran favorito para alzarse con el título, pero puso de manifiesto el punto débil que ya se preveía: no tiene equipo.
El UAE no se voy con capacidad de controlar la carrera y dejó escapar una fuga con hombres importantes que amenaza en la general, como el belga Wout van Aert, el danés Kasper Asgreen o el propio holandés Mathieu van der Poel, que consolidó su liderato.
"Puede que sea un poco nuestra culpa. No nos esperábamos a tantos escapados, es como si el grupo se hubiera dividido, como cuando hay abanicos. En ese momento hemos cometido un error. Hemos tenido que trabajar duro para limitar los daños", aseguró el defensor del título.
VAN DER POEL ¿SIN AMBICIONES?
No para de repetir que la general no es su objetivo en este Tour de Francia, pero el holandés demuestra un insultante estado de forma junto a su habitual potencia. Consiguió el liderato en la segunda etapa y logró mantenerlo, contra pronóstico, en la contrarreloj por solo 8 segundos.
En Le Creusot se metió en la fuga del día y lo consolidó con una cuarta posición que le coloca con una renta de 30 segundos sobre Van Aert, 1:49 minutos sobre el danés Kasper Asgreen y 3:43 sobre Pogacar.
El holandés, convertido en un ídolo local por ser el nieto de Raymond Poulidor, repite que la general no es para él y que solo quería llevar un día más el amarillo, pero a base de repetirlo, empieza a anidar la duda.
Este sábado será una jornada clave, con los primeros duros puertos alpinos. Si resiste los embistes de sus rivales, empezará a tener cara de favorito.
ROGLIC DEJA SU PUESTO DE LÍDER A VAN AERT
Primoz Roglic, segundo de la pasada edición, llegaba como el gran rival de Pogacar por el título, pero el esloveno, víctima de una caída en la tercera jornada, no parece tener fuerzas para rivalizar con su compatriota.
Tras perder 44 segundos en la contrarreloj, su especialidad, se quedó descolgado en la subida al puerto de Uchon, de segunda categoría, y perdió casi 4 minutos en la meta.
Está a 5.28 de Pogacar en la general y sin opciones de competir, por lo que Van Aert emerge como la mejor opción del Jumbo.
El belga también es una incógnita en la alta montaña, pero el año pasado se mostró muy fuerte en ese terreno y todo apunta a que el equipo holandés apostará por él.
Es segundo de la general a 30 segundos de Van der Poel y aventaja en 3.13 a Pogacar, lo que le otorga cierto margen. Por delante queda una cronometrada y en la pasada solo perdió medio minuto con el esloveno.
CARAPAZ, LÍDER DEL INEOS
El Ineos llegaba con dos líderes, el ecuatoriano Richard Carapaz y el británico Geraint Thomas. La carretera parece haber dictado sentencia en favor del primero, mientras que el segundo, víctima de una caída en la tercera jornada, parece menos fuerte.
Carapaz se enfundó el uniforme de líder con un ataque en el ascenso a Uchon, pero el trabajo de Movistar, que defendía los intereses del español Enric Mas en la general, le impidió ganar tiempo en meta.
El ecuatoriano es duodécimo en la general a 1.35 de Pogacar, mientras que Thomas está un puesto más atrás y tiene 10 segundos más perdidos.
URAN, EL QUE MEJOR AGUANTA
De todos los que llegaban con aspiraciones para la general, el colombiano Rigoberto Urán es el que aparece mejor colocado en la general después de Pogacar, décimo a 1.21 del esloveno.
El segundo de 2017 no ha tenido percances especiales, completó una buena contrarreloj y, fiel a su estilo combativo, se mantiene siempre con los mejores.