El Gipuzkoa Basket ha perdido un encuentro (50-57) que dominaba cómodamente ante el Valencia Basket al condenarse en un horrible tercer cuarto en el que sólo marcó dos puntos.
Tenía ganas de revancha el conjunto local, que encajó en la primera vuelta uno de los marcadores más adversos de toda la temporada en la cancha valenciana.
Aprovechando el cansancio del partido europeo del equipo de Velimir Perasovic, los locales se mostraron mucho más frescos y acertados, dominando con claridad el marcador, al encontrar el aro levantino desde todas las posiciones.
El trabajo ofensivo de Doblas tuvo continuidad desde la distancia con el base Javi Salgado, que coló sus dos primeros intentos triples y dejó un 23-10 en el primer cuarto que reflejaba la actitud de unos y otros en la cancha donostiarra. Van Rosson era el principal y casi único argumento de los naranjas.
En el segundo cuarto, llegó la primera pájara en la anotación local con casi siete minutos sin marcar un sólo punto y sujetando el marcador con una gran defensa, hasta que un triple de Neto dejó nuevamente las rentas en diez puntos (26-16).
Seguro que Perasovic utilizó el tiempo de descanso para dirigir un severo correctivo a sus jugadores, ya que estos ofrecieron en la segunda parte una imagen acorde a su potencial, para ponerse primero por delante en el marcador y luego pasar a dominar el choque en el tramo final, ante el desastre ofensivo de los guipuzcoanos, que sólo marcaron 2 puntos en todo el tercer cuarto.
Con dos defensas cerradas e impenetrables, el juego en la pintura fue determinante para ese cambio de escenario, ya que tanto Lavrinovic como Dublejvic sometieron a los pivotes locales y por ahí comenzó a escaparse el triunfo de los vascos.
El intento del GBC, más con corazón que con cabeza, fue infructuoso porque a un equipo como el Valencia no se le puede dar en las actuales circunstancias semejante ventaja que nunca desaprovecha.
