Turno nuevamente de una competición, la Eurocup, que debe servir únicamente de bálsamo y rodaje con vistas a la preocupante situación en la competición doméstica.


Fue bueno el primer cuarto de los sevillanos. Superiores a sus rivales. Con Asbury entonado que se iba a los 8 puntos y Satoransky gobernando y frenando al bueno de Rakocevic, que a pesar de todo alcanzaba los 7 puntos en su haber. Al final de los primeros buenos diez minutos el marcador reflejaba un 20-17.


En la misma línea el segundo capítulo de un serio primer periodo. El Caja de Satoransky, el mejor, se puso el mono de trabajo atrás, con buenas defensas de Balvin y el recién llegado Dozier. Hasta que llegó la habitual torrija de los de Aíto. Con 30-21 a falta de 2 minutos, los serbios remontaron con 0-12 para irse por delante al descanso (30-33). Imperdobables nuevamente estas idas mentales.


Horribilis el tercer cuarto. Inadecuado en un equipo que arrastra un nivel preocupante. Rakocevic se salió. 16 puntos para él y medio gas. Scott despertó y se iba a los 12. Mientras, el Caja era un simple espectador del espectáculo serbio. Parece mentira como puede cambiar la mentalidad de un equipo en apenas 10 minutos.  Ganaban los serbios con autoridad (45-59).


Aún así, resucitó en el último cuarto (38-24). Cuando parecía todo decantado a una nueva paliza, la mano de Asbury y Bogdanovic llevaron al Caja a una espectacular remontada. Un triple del norteamericano a falta de 2 de segundos llevó el partido a la prórroga. Inaudito (83-83).


En los 5 minutos de extra, los de Aíto erraron en sus opciones y el Estrella Roja los remató. Derrota de esperanzas.