Menos del 17% de los jóvenes cordobeses vive fuera de los hogares familiares y el contexto de inflación, así como las malas expectativas económicas para los próximos meses, hacen prever que esta tasa de emancipación no sufrirá variaciones positivas, al menos, en el medio plazo.
Sobre las
dificultades del colectivo para acceder a la vivienda, el plan indica que un joven tiene que destinar entre un 20% y un 30% de su salario para abonar el alquiler de un piso compartido en la ciudad de Córdoba, mientras que si quiere comprar un inmueble necesita entre el 40% y el 50% de su sueldo.
La
precariedad laboral y el
desempleo son aspectos claves en la decisión de los jóvenes de emanciparse. Así, el salario medio de la población de estas edades en Andalucía es de los cinco últimos de España.
En cuanto al
escenario económico, hay que recordar que el IPC aumentó un 11,2% anual en junio en Córdoba y esta subida de los precios dificulta más si cabe el objetivo de la emancipación. La vivienda, los alimentos, las energías y los combustibles son ahora más caros y, tras los peores momentos de la pandemia, las expectativas vuelven a ser negativas.
Pese a esto, una de las medidas impulsadas para aliviar las dificultades del colectivo, el
bono de alquiler joven no tiene beneficiarios en Córdoba siete meses después de su impulso. La Subdelegación del Gobierno dice que la Junta de Andalucía no ha publicado aún la convocatoria pese a contar con los fondos destinados para ello.