El sector pesquero andaluz que se dedica a la captura y comercialización del atún rojo (Thunnus thynnus) ha comenzado a ver la luz en el túnel del final de la crisis, y lo hace con 6.300 ejemplares capturados en las factorías andaluzas durante la presente campaña.
Es el principal dato, que aún no se ha cerrado completamente, que se puede extraer del XIII Encuentro de Capitanes de Almadraba, una cita que cumple trece años en Isla Cristina (Huelva), que cada año atrae a este rincón de la costa onubense a capitanes de almadraba de puntos tan dispares como España, Portugal, Marruecos o Japon.
La cita sirve cada año para analizar desde el punto de vista científico por donde está la situación del atún rojo a nivel mundial, tomando como referencia, por ser las más cercanas geográficamente, las cuatro almadrabas que todavía funcionan en la costa andaluza.
Así, según los datos facilitados a Efe, todas las almadrabas andaluzas han podido cubrir las cuotas de este año, e incluso han tenido que liberar ejemplares para no excederlas, mediante una técnica de pesca milenaria que consiste en instalar un laberinto de redes al paso de los atunes, aprovechando la migración en la zona del Atlántico-Mediterráneo.
En cifras, Barbate se ha situado a la cabeza, con 2.000 ejemplares capturados, seguida de Conil, con 1.500 y Tarifa y Zahara de los Atunes con 1.300 cada una, mientras que han tenido que liberar sin iniciar el proceso para la captura y no incurrir en ilegalidad a 6.000 ejemplares (Barbate y Conil), 5.000 (Zahara de los Atunes) y 3.000 (Tarifa).
Con todo, las almadrabas andaluzas parecen haber cumplido calculadora en mano con lo pactado a nivel internacional, que en el caso andaluz les concede 681 toneladas de atún rojo, lo que equivale a unos 6.400 ejemplares.
Supone, además, un dato llamativo la cantidad de ejemplares que han tenido que ser liberados para acogerse a las cuotas, aunque en el encuentro de la costa onubense se ha puesto de manifiesto que es un porcentaje similar al que se ha aplicado en las almadrabas más cercanas, que en el caso de España son unas diez en Marruecos y tres en la costa de Portugal.
Los datos de los pescadores avalan un informe hecho público en 2012 por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que en 2006 inició un proceso para recuperar una especie que se encontraba en serio peligro de extinción, y para lo que se contó con la complicidad del sector, con el fin de que se autocontrolen las capturas todo lo posible.
En solo seis años comenzó a dar sus frutos la recuperación, y ahora, en Isla Cristina, se ha puesto de manifiesto que la población se ha recuperado, y todo está pendiente de que en octubre se publiquen las conclusiones del ICCAT sobre la situación en 2014.
De hecho, el ICCAT está considerado el órgano más importante a la hora de valorar todo lo relacionado con esta actividad económico, y en su seno se encuentran representantes de 48 países de todo el mundo que se dedican a la captura del atún, con lo que sus conclusiones son muy valoradas.
En Isla Cristina, los ponentes que han ido pasando por las mesas redondas del encuentro de capitanes de almadraba han coincidido en señalar que las restricciones en la pesca han sido severas, pero efectivas, poniendo el acento en la gran cantidad de ejemplares que han tenido que ser liberados para poder cumplir con los acuerdos internacionales en este sentido.
Con todo, el horizonte del sector está puesto en el año 2022, que es cuando la ICCAT calcula que se habrá recuperado la especie plenamente y sin peligro de extinción, y se podrán duplicar incluso las cuotas de pesca actuales, aunque para eso quedan todavía varios años de control de cuotas para no poner en peligro la supervivencia de la especie y del sector económico que, a nivel mundial, depende de ella.