El periodista y crítico de cine Javier Ocaña propone "un viaje nostálgico junto a los hijos" a través de la historia del cine
El periodista y crítico de cine Javier Ocaña (Jaén, 1971) propone "un viaje nostálgico junto a los hijos" a través de la historia del cine en "De Blancanieves a Kurosawa", un libro que sale a la venta el próximo 17 de noviembre.
Del cine animado al de aventuras y del terror a la ciencia ficción, Ocaña plantea un recorrido basado en su propia experiencia como padre para acompañarles desde la infancia a la madurez, emocional e intelectual.
El libro arranca con series para los más pequeños como "La casa de Mickey de Mouse" o "Dora la exploradora", aunque las favoritas de Ocaña para esa primera exposición audiovisual son la japonesa "Doraemon" y las estadounidenses "El asombroso mundo de Gumball" y "Bob Esponja".
En el capítulo de la animación para niños se incluye "Blancanieves y los siete enanitos" (1937) de David Hand, una película muy visual y con pocos diálogos "ideal por su combinación de ritmos sonoros y movimientos de las figuras en el plano".
También "Fantasía" (1940), "la más suicida y ambiciosa" de las primeras películas de Disney, "Dumbo" (1941), obra maestra del cine animado "que da para ensayo psicosocial", y "Bichos" (1998), inspirada en "Los siete samuráis" de Akira Kurosawa.
Y desde el extremo Oriente el japonés Hayao Miyazaki, con películas como "Mi vecino Totoro" (1988) y "Ponyo en el acantilado" (2008), o la iraní Marjane Satrapi con "Persépolis".
En el salto a los seres de carne y hueso Ocaña menciona "¿Quién engañó a Robert Rabbit?" (1998) de Robert Zemeckis o "King Kong" (1933) y en el género de aventuras "El mundo en sus manos" (1952) de Raoul Walsh, "La batalla de Argel" (1966) de Gillo Pontecorvo o "El secreto de la pirámide" (1985) de Barry Levinson, sobre un joven Sherlock Holmes.
El libro, editado por Península, se detiene también en el cine cómico mudo, el familiar o el western y plantea cuestiones como la manera de acercar a los menores al tema de la muerte a través de películas como "Bambi" (1942), "Up" (2009) o la británica "Viento en las velas" (1965).
Terror, amor y sexo, el musical, la ciencia ficción y la guerra conducen a un capítulo final sobre el tránsito al cine adulto.