Hidralia, de manos de Labaqua, y en colaboración con Chiclana Natural inicia la segunda fase del proyecto de detección temprana de vertidos y alerta de contaminación de las aguas de baño en la costa de Chiclana, concretamente en aguas de Sancti Petri. Así, este proyecto, que se completará hasta el final del verano, consiste en la instalación de una plataforma flotante, dotada con sensores de monitorización on-line, que permite realizar un seguimiento a tiempo real de la calidad de las aguas y detectar y reaccionar rápidamente ante cualquier posible episodio de contaminación en la ubicación donde se encuentra instalado el dispositivo.
En este sentido, el delegado municipal de Medio Ambiente y Playas, Joaquín Páez, aclara en primer lugar que “esta iniciativa se trata de una experiencia piloto, que no tiene como condicionante la existencia de un riesgo real de vertido; se trata en todo caso de una herramienta más para agilizar la respuesta más adecuada en el caso de que se diese una hipotética situación de emergencia”. “Lo que se pretende en esta segunda fase es mejorar la eficiencia del sistema de detección, o lo que es lo mismo, incrementar la capacidad de detección de diferentes sustancias que pudieran suponer algún hipotético riesgo”, incide.
De esta forma, en esta segunda fase se ha vuelto a fondear la plataforma, una boya paramétrica a la que se le ha añadido un sensor adicional de hidrocarburos y la instalación en paralelo de equipos CFIS (Continuous Flow Integrate Sampler). Se trata de dispositivos totalmente sumergibles que permiten determinar las concentraciones promedio de contaminantes en aguas, tanto de orgánicos como de metales. De este modo, se estudiará la capacidad del sistema para diferenciar las alteraciones de la calidad de las aguas que tengan origen natural de las alteraciones que puedan ser provocadas por factores externos.
La aplicación de esta herramienta, pionera en España, permitirá controlar a tiempo real si se produjese algún tipo de vertido o anomalía en la calidad de las aguas de baño de la playa de Sancti Petri. La detección temprana de posibles episodios de contaminación tendrá como principal beneficio una mayor capacidad de acción ante cualquier riesgo sanitario, lo que conllevará un aumento de la seguridad de los bañistas de la zona, un mejor servicio turístico y la garantía de calidad de la zona costera de Chiclana. “Hasta ahora los resultados de todas las analíticas nos dicen que tenemos una calidad de aguas de baño excelente, una constante que esperamos que se mantenga todo el verano, como viene siendo la tónica habitual”, apostilla Páez.
Por otro lado, la realización de este proyecto hará posible conocer la efectividad del sistema para la toma de decisiones en la gestión del uso de las áreas de baño, así como obtener un conocimiento detallado del comportamiento de la calidad de las aguas de baño durante los periodos de monitorización.
