Dior aterrizó en Sevilla para presentar su colección Crucero'23. El desfile tuvo inspiración directa de la Feria de Abril, recreando su ambiente y decoración pero sin caer en una caricatura de la misma. Un espacio con casetas, conjuntos de mesas y sillas de enea, farolillos, luces y un escenario principal con las letras iluminadas de Christian Dior. En cuanto a las modelos, desfilaron pisando directamente el suelo de la Plaza de España con faldas inspiradas en los mantos de la Macarena, vestidos cuajados de volantes, chaquetillas de corto customizadas con brillo perfectas para un look de noche, detalles del mundo ecuestre o encajes como el velo de una virgen bajo el palio reconvertido en chaqueta. Gracias a Dior la capital de Sevilla fue un punto de encuentro de celebrities de todo el mundo, una publicidad gratuita para Andalucía maravillosa.

La directora creativa de la firma, Maria Grazia Chiuri, ha colaborado con artesanos de nuestro país: los sombreros cordobeses del taller artesanal de Fernández y Roche para las modelos y con el que también obsequiaron a los invitados, los abanicos de la marca centenaria valenciana Carbonell, gran parte de las joyería es de la orfebrería Ramos, la mayoría de bordados del taller de Jesús Rosado, curtido en coser mantos de vírgenes; el artesano Javier Menacho Guisado ha sido el maestro encargado de repujar los saddle bags típicos de la Maison, y mencionar la exclusiva vajilla en el acto, un total de 900 piezas artesanales de la alfarería rambleña Ivanros que ha conquistado a la firma francesa por sus materias primas locales y pintadas a mano. En cuanto a Dior Beauty, contó con colaboración onubense como maquilladores y hair stylist: Moisés Giraldo y Patrizia Robel.

Bonito evento de proyección internacional, elevó nuestra esencia sin apropiación cultural y con respeto por nuestras tradiciones.