A pesar de que el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Medio Ambiente, anunció semanas atrás que se había reforzado la campaña de control de la limpieza de la ciudad, principalmente de la pegada indiscriminada de carteles en paredes, mobiliario urbano, vallas o farolas, lo cierto es que este aviso no ha surtido efecto en el centro de la ciudad. Y es que numerosos espacios públicos del casco urbano permanecen cubiertos de carteles y octavillas, sin que las empresas, colectivos o partidos políticos que se anuncian hayan retirado los mismos; Al contrario, cada día son más los folletos y carteles propagandísticos que se colocan en estos espacios públicos.

Hay que recordar que la Policía Local podrá multar con hasta 601,01 euros a quien infrinja la Ordenanza Municipal de Protección Ambiental, que prohíbe la colocación de carteles en fachadas, muros y elementos del mobiliario urbano.


Objetivo claro

Esta campaña que ha puesto en marcha el Ayuntamiento pretende acabar así con esta práctica que está deteriorando de forma considerable la estética de las zonas afectadas, con especial incidencia en las calles del centro de la ciudad, que reciben mayor número de visitantes durante cada jornada.