El grupo municipal de Algeciras Sí Se Puede (ASSP) considera que 2016 “ha sido un año perdido para Algeciras en cuanto a oportunidades de mejora” y lamenta que “la gestión del equipo de Gobierno del PP sigue siendo la de hipotecar el futuro de la ciudad, aumentando la deuda municipal y condenando a los jóvenes y a los desempleados a una huida forzosa de una ciudad cada vez con menos oportunidades”.
La gestión económica es uno de los principales focos de las críticas de la agrupación auspiciada por Podemos, que muestra su preocupación por el “creciente endeudamiento de las arcas municipales, que está llevando a este Ayuntamiento a situaciones que ya creíamos superadas”.
En este sentido, señalan que la deuda municipal ha superado este año los 182 millones de euros, y que la única forma que tiene el delegado de Hacienda, Luis Ángel Fernández, de gestionar este problema es “pagando la deuda con más deuda”, en referencia a la formalización del crédito ICO aprobado en el último Pleno de la ciudad, “lo que supone posponer el problema para futuros equipos de Gobierno y para las generaciones venideras, que se encontrarán con un pufo difícil de sanear”.
Las consecuencias de esta política económica se han visto reflejadas en las noticias del 2016, como el informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) que refleja que Algeciras es el cuarto ayuntamiento más moroso de España en cuanto al pago a proveedores, con una media de 369 días en pagar a los profesionales que le prestan sus servicios, “lo que supone condenar a muchas familias a la dificultad económica, incluso al cierre de algunos negocios”.
El paro es otra de las graves consecuencias de esta situación en el municipio, con incrementos constantes, mes tras mes, de las cifras del desempleo, lo que sitúa el dato de los 15.199 parados “muy cerca de las cifras del paro que Landaluce se encontró cuando llegó a la Alcaldía, precisamente después de una campaña en la que sólo hablaba del empleo como su principal argumento, algo imperdonable si se tiene en cuenta que lo único que ha hecho por los parados ha sido vaciar de contenido la Delegación municipal de Fomento Económico y Empleo”.
Para ASSP, “esta situación es especialmente grave si se tiene en cuenta que Landaluce no tiene ninguna intención de escuchar a la oposición, y gobierna con un rodillo ajeno al debate y a la crítica, y tomando decisiones a su antojo y a la espalda de los ciudadanos”, como lo demuestra el que no tomara en cuenta ninguna de las enmiendas que este grupo municipal presentó a los presupuestos, donde redistribuía el gasto “superfluo” del alcalde hacia fondos no contemplados, como por ejemplo un plan de empleo, o medidas sociales.
El apartado social es otro de los frentes denunciados por ASSP, que entiende que “la política de este equipo de Gobierno margina a los colectivos que quieren trabajar por el beneficio de los algecireños y algecireñas, mutilando la capacidad que muestran estas asociaciones por cubrir con su esfuerzo el trabajo que debería hacer el Ayuntamiento y que no hace”.
En este sentido, señalan al incumplimiento de los pagos con colectivos sociales, la falta de ayuda con locales a asociaciones con un trabajo crucial como la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) o la falta de acción ante problemas como la violencia machista o la infravivienda.
Especialmente grave para la formación es el trato que Landaluce da a las barriadas, “completamente olvidadas en los presupuestos y en las partidas destinadas a mejoras y actuaciones, con un alcalde que vive obsesionado por trabajar sólo para el centro, mientras sigue creciendo la falta de oportunidades y la marginación de decenas de miles de ciudadanos que viven en las barriadas y que también son algecireños, aunque no lo sean para este equipo de Gobierno”.
En resumen, para ASSP “se confirma un año más que el PP no está dispuesto a abandonar su política ombliguista, que está haciendo mucho daño a la ciudad y a sus posibilidades de progreso”, una situación que se ve agravada “por un alcalde que vive ausente, que no conoce los problemas de los ciudadanos y que pasa la mayor parte del tiempo en Madrid con el único objetivo de medrar dentro de su partido, ya que su cargo de senador al que se ha visto relegado no la ha utilizado nunca para el beneficio de su ciudad, levantando la mano constantemente para apoyar los recortes y las nefastas políticas del Gobierno de Rajoy en materias como la sanidad o la educación públicas”.