Cinco jornadas tardó en ganar el Cádiz en liga, y lo hizo siendo fiel a su estilo, dominando el juego sin tener la posesión, un equipo sólido atrás que solo flaqueó en la recta final del partido.
El primer tiempo del Cádiz en Balaídos representa todo lo que quiere Álvaro Cervera en su equipo. Un grupo unido, trabajando todos al unísono, haciendo daño con sus armas al rival: recuperar y salir al contragolpe.
En una acción a balón parado llegaría el primer gol de Lozano, el jugador más destacado del submarino amarillo en tierras viguesas. Antes del descanso, el propio hondureño se inventaba un penalti y Espino tras la parada de Dituro a Salvi lograba ampliar distancias en el marcador.
La gran primera parte cadista en Balaídos se tradujo en que el futbolista más peligroso del Celta fue Hugo Mallo, autor del primer disparo a puerta en el minuto 46.
El segundo tiempo, con la salida de Lozano por lesión, fue distinto. A los amarillos les costaba más salir al contragolpe y no tenían tanta presencia en campo rival. El Celta, sin llegar con exceso peligro, iba ganando metros en el campo poco a poco.
Santi Mina recortaría diferencias en el marcador en una acción con varios rechaces y que Conan, algo descolocado tras un despeje, no pudo atajar. A partir de ese momento llegaría el sufrimiento.
Dos remates al larguero tuvo el conjunto vigués en el tiempo de descuento, dos cabezazos que paralizaron todos los corazones cadistas. Santi Mina y Araujo casi logran el empate. Sufriendo, sufriendo mucho llegaría el primer triunfo de la temporada en la cuarta jornada ante el Celta.
Esta semana, dos nuevas batallas en liga. El jueves aterriza el FC Barcelona en la Tacita de plata y el domingo dura salida ante el Rayo Vallecanos en Vallecas.