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Jueves 14/11/2024
 

Cádiz

Dos meses viviendo en la calle y durmiendo en el coche

Una madre y sus dos hijos menores fueron desahuciados de su casa en Cádiz por deudas relacionadas con "la factura de la luz".

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Llegó a Cádiz hace 14 años y durante los últimos diez vivió en el mismo piso. Ha trabajado  como traductora de portugués, de administrativa, camarera y limpiando. Pero desde que fue madre por segunda vez “no he levantado cabeza”, dice con lágrimas en los ojos. Su hijo pequeño tiene cinco años y pernocta con su padre, mientras el mayor, de diez, se busca la vida con amigos. Se llama Fátima Pires, de 44 años, tiene procedencia portuguesa con antecedentes gaditanos. Fue desahuciada de su casa por “impagos relacionados con la factura de la luz” hace dos meses y ahora vive en la calle y duerme en el coche. 

“Nunca me vi en una de estas, estoy con ansiedad, y de verdad sigo buscando una casa imposible, porque sin nómina me tienen vetada en todas las inmobiliarias”. Actualmente tiene la ayuda de la  Renta Activa de Inserción (RAI), que se le va a acabar por lo que en agosto “solicitó ser usuaria de asuntos sociales y desde esta delegación también se le está intentando asesor y ayudar en su actual situación”, según indican fuentes municipales.

Duerme en su coche, donde tiene guardada parte de sus pertenencias, que también tiene repartidas en un trastero en San Fernando.  “Nadie ha venido a verme, he presentado infinidad de escritos y no me llaman sólo me dicen que siga buscando”, afirma esta mujer que también ha pedido la palabra en el Pleno para poder contar su historia al alcalde de la ciudad, José María González. 

“No quiero separarme de mis hijos, por eso no me voy a Jerez, como me han dicho desde servicios sociales, porque allí la vivienda es más barata. Mis hijos tienen la vida aquí”. No opta al albergue porque “hay que llegar a las seis de la tarde y entonces, ¿con quién dejo a mis hijos? Tampoco me alquilan habitaciones sueltas. Ya no sé qué hacer ni a quién dirigirme”, dice desconsolada.

 Acusa a los servicios sociales y a Procasa de “mal asesoramiento” que le ha llevado a vivir en la calle. Según el Consistorio, en 2016 acudió esta chica a la Oficina Municipal de Vivienda y se le atendió en función de las necesidades que tenía. En 2017 ha vuelto acudir pero faltó a la última cita.

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