La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado diferencias de hasta el 352 por ciento en el precio del agua en 53 ciudades españolas y, aunque reconoce que en la factura inciden factores como el coste del suministro o del saneamiento, no son suficientes para justificar esta desigualdad.
Para llegar a esta conclusión, la OCU ha calculado los precios para un consumo de 175 metros cúbicos, el correspondiente al de una familia de cuatro miembros.
De esta forma, mientras los habitantes de Barcelona y Murcia desembolsan 510 y 502 euros al año en agua, en Guadalajara y Palencia esa suma solo alcanza los 158 y 145 euros, respectivamente, según el estudio elaborado por la organización.
El análisis constata que los consumidores del sur y la zona del Levante pagan las facturas más caras, siendo Alicante, Palma de Mallorca, Cádiz, Huelva y Tarragona, donde se dejan más de 400 euros, y Sevilla, Lérida y Valencia, en las que la cifra supera los 370 euros, las otras ocho ciudades con los costes más elevados.
Por el contrario, Orense, Soria, Melilla, Vitoria, Lugo y Ávila, con cantidades de entre 162 y 199 euros, y Burgos y San Sebastián, en las que apenas se superan los 200, son las más económicas.
En mitad de la tabla se sitúan Huesca y Gijón, con facturas anuales de 286 y 280 euros, respectivamente; Cáceres y Madrid, donde se abonan 275 y 271 euros al año; Zaragoza (269), Zamora (263), Toledo y Ciudad Real (en ambas 254 euros); Cuenca (249) y Pontevedra (263).
Según la OCU, la desigualdad de los recursos hídricos entre unas regiones y otras pueden explicar estas diferencias, pero solo parcialmente.
Así, las achaca principalmente a los distintos costes del servicio de saneamiento, asociados al alcantarillado o a la depuración del agua, que asumen cada ciudad pese a que debería ser bastante similar.
En este sentido, la organización destaca cómo un consumidor de Cádiz paga 1,47 euros por metro cúbico, una cifra hasta 5 veces superior que uno de Las Palmas de Gran Canaria, donde el coste por este servicio se reduce a 0,27 euros.
Unas divergencias que, para la OCU, están impulsadas en parte por el canon de saneamiento que algunas comunidades autónomas han incorporado en sus municipios, como Aragón, Asturias, Baleares, Valencia, Extremadura, Cataluña, Galicia, La Rioja, Murcia o Navarra.
Teniendo en cuenta la naturaleza de la gestión del agua, la OCU señala que, aunque en España este servicio se ha ido privatizando en los últimos años, no hay una relación clara con el precio que pagan los ciudadanos por él.
No obstante, subraya que las ciudades que han optado por gestionar el agua mediante una empresa de titularidad mixta padecen las tarifas más elevadas (2,18 euros por metro cúbico de media), frente a aquellas en las que la gestión es totalmente privada (1,43 euros) o pública (1,61 euros).
Por último, la organización de consumidores explica que desde 2009 la tarifa del agua ha subido un 28 %, pero en lo que se refiere a 2016, el incremento ha sido más moderado, solo del 1,4 %.
Sin embargo, han superado holgadamente esa cifra ciudades como Segovia, donde el coste se ha disparado un 57 % tras realizar un cambio sustancial en su estructura de tarifas; Zaragoza, donde el canon de saneamiento de la comunidad ha provocado una subida del 23 %; Toledo, en la que el saneamiento ha encarecido el precio un 8 %; o Tarragona (5 %).