Esta línea, la VAL10-B, en cuya obtención ha trabajado durante dos años un grupo de científicos del CIPF, fue presentada ayer en rueda de prensa por el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, y el responsable del equipo, Carlos Simón.
Este investigador ha señalado que siempre existirán “debates éticos y morales” sobre estas investigaciones, aunque ha indicado que el objetivo de su equipo ha sido “obtener la mejor fuente de células madre”, en este caso sin destruir el embrión.
La línea celular procede de un embrión en el tercer día de desarrollo y en estadio de siete células, y una de estas células, llamada blastómera, se aisla mediante técnicas de “macromanipulación” manteniendo la viabilidad del embrión del que procede.
La derivación celular desde una blastómera constituye un método alternativo para evitar la destrucción del embrión, además de crear una línea celular pluripotente perfectamente compatible con el niño que va a nacer.
POR PRIMERA VEZ EN EUROPA
Es la primera vez que se consigue en Europa una línea de células madre embrionarias manteniendo la viabilidad embrionaria, y la tercera vez que se logra en el mundo, tras los grupos de investigadores de Boston y de la Universidad de San Francisco.
Carlos Simón ha señalado que las células madre obtenidas son inmunológica y genéticamente compatibles con el embrión del que proceden y poseen las mismas características que las células obtenidas por otros procedimientos de pluripotencialidad, inmortalidad e indiferenciación.
La pluripotencialidad significa que tienen capacidad de convertirse en todos los tipos celulares de los distintos tejidos del cuerpo sometiéndolas a una especie de programación para que den lugar a un tipo celular concreto de un determinado tejido, de acuerdo con las necesidades de cada investigación.